¿Qué son los límites sanos en la educación de un niño?

Por: Araceli Vega

Los límites sanos son las normas, pautas e indicaciones que damos a los niños para que puedan tener puntos de referencia en el hogar y en el mundo sobre cómo comportarse o cómo actuar de manera beneficiosa para ellos y para otros.

Los niños necesitan tener unas normas y límites, que les marquen lo que es adecuado para una buena convivencia tanto en el hogar como fuera de él. Y los necesitan también para establecer buenas relaciones.

Los límites sanos son fundamentales para desarrollar la autoestima de los niños. Es necesario decirles lo que puede y no pueden hacer o decir. Porque un niño al que le ponemos límites claros y definidos, es un niño que puede sentirse seguro.

Si nosotros enseñamos a nuestro hijo que antes de entrar en un sitio con la puerta cerrada, es necesario llamar y pedir permiso para entrar; si le enseñamos que uno no pueden ponerse a gritar sin tener en cuenta a los demás, cuando empiece a ir al colegio, podrá tener pautas claras de comportamiento que le harán sentirse más a gusto allí. Y seguramente se sentirá más integrado.

 

GUÍA FORMATIVA

En el hogar necesitamos establecer con claridad la guía o autoridad formativa para que los niños se sientan seguros y protegidos. Los padres siempre somos esa guía formativa para ellos, porque somos los responsables de darles la referencia sobre las pautas de su comportamiento y de sus respuestas dentro de su entorno.
Los padres enseñamos desde que son pequeños pautas sobre:

El cuidado de sus necesidades básicas como la comida, el aseo personal o las horas de sueño.

El respeto por sus iguales en el hogar (sus hermanos y familiares) en los lugares que frecuenta como el colegio, el parque, etc. Y el respeto por los adultos de su entorno como padres, familiares o profesores.

El aprendizaje de las responsabilidades y la colaboración tanto en el hogar como en el entorno que suele frecuentar.
Cuando nosotros, los padres, enseñamos a nuestro hijo o hija las pautas necesarias señaladas anteriormente, podrá moverse con seguridad y tener éxito, además de ser aceptado en su entorno. Y a la vez esto le va a permitir desarrollar sus mejores posibilidades personales y talentos.

 

ESTRCTURA POR EDADES

Tradicionalmente se suele organizar de la siguiente forma:

Guía protectora: de 0 a 6 años
Se establece para proteger al niño de los peligros y ayudarle a situarse en su entorno para participar y ser aceptado.

Guía explicativa: de 7 a 12 años
Le decimos lo que hay qué hacer explicando lo que es necesario (eso no quiere decir que siempre haya que dar explicaciones). Le llamamos explicativa porque en este periodo, los niños entienden y aceptan que esas normas son necesarias y empiezan a ver que tienen un sentido en su vida. Se dan cuenta de que les ayudan a orientarse y a organizar el entorno (su hogar o el colegio).

Guía de libertad negociada a partir de 12 años
La guía de libertad negociada tiene que ver con la autenticidad y la coherencia en los niños, y en nosotros con el hecho de ser suficientemente flexibles como para permitir atender a sus necesidades de crecimiento. En este tipo de guía, marcamos unas pautas necesarias en un momento en que el niño está empezando a despertar a la adolescencia, y a la vez le damos la libertad de elegir por sí mismo lo más beneficioso para que desarrolle su propia responsabilidad. Por ejemplo, le dejamos salir con sus amigos estableciendo los límites de tiempo y condiciones.

En general la guía formativa de los padres parte de una búsqueda de beneficio en nuestro hijo, y también se produce a partir del cuidado y el amor combinados con la firmeza y la claridad. Y son estas premisas en las normas lo que le proporciona al niño la seguridad y la confianza que necesita.

 

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Araceli Vega: Escritora y Profesora, experta en educación de valores.