María Frisa invita a “sobrevivir” a las redes sociales

“Para los que jamás lanzan piedras. Esas personas que, cuando su punto de vista no coincide con el tuyo, lo expresan con respeto”. Así comienza ’75 Consejos para sobrevivir a las redes sociales’ (Alfaguara), el nuevo libro de la escritora infantil y juvenil María Frisa, que es fruto del “linchamiento” que sufrió el pasado verano por otro texto escrito en clave irónica y publicado cuatro años antes.

Frisa admite que esta vez ha aplicado algo de “autocensura” y ha adoptado un tono “menos gamberro” que en sus obras anteriores (’75 Consejos para sobrevivir en el instituto’ o ’75 consejos para ser popular’, entre otros) para dar una serie de pautas útiles para “superar crisis en Internet”. Y lo hace de nuevo a través de una niña de doce años, Sara, que se enfrenta a los desconocidos e invisibles peligros de las redes sociales.

“La autocensura es evidente después de un tortazo tan grande. Mientras escribía este libro, borraba continuamente por las posibles interpretaciones, pero llegó un momento en que pensé que ‘el mal está en el ojo que mira’ y continué”, sostiene.

En julio del año pasado, una persona que “ni siquiera había leído” sus libros, “descontextualizó” un capítulo de uno de ellos y lanzó su petición para que Alfaguara retirara la publicación por su contenido “machista” y por “incitar a la desobediencia y al bullying”.

A esta iniciativa, que alcanzó los 35.000 apoyos, se sumaron “miles” de insultos y amenazas en las redes sociales contra la escritora y su familia, que llevaron a Elvira Lindo, Fernando Aramburu o Juan Soto Ivars, entre otros, a salir en su defensa y de la libertad creativa. También lo hizo la editorial.

‘NO HABLES CON DESCONOCIDOS’

Frisa, que también es psicóloga, explica que en esta ocasión ha empleado “trucos” de psicología cognitiva para diferenciar los consejos disparatados de Sara de los de su abuelo Gandalf, que son “realmente útiles”.

A lo largo del libro, insiste en alertar a los niños y adolescentes del peligro de hablar con desconocidos a través de Internet y señala que tras más de 200 charlas en colegios de toda España, muchos de sus alumnos no son conscientes de que hay pederastas escondidos detrás de perfiles de niños.

También destaca el aviso de que no pongan nada en las redes sociales que no le dirían a nadie a la cara, algo que ella ha vivido en primera persona. “Este consejo es fundamental para todos, adultos y niños. Si algo no te gusta, puedes decirlo, pero con respeto”, añade.

La escritora lanza otro a los padres que comparten en las redes fotos y vídeos “graciosos” de sus hijos, pero que “quedan para siempre” y, cuando estos crecen, les pueden avergonzar. “Si hay algo eterno, es lo que subes al Whatsapp. El sol se apagará, las estrellas desaparecerán, la raza humana se extinguirá, pero tu foto seguirá ahí”, dice la protagonista del libro.

A diferencia de las publicaciones anteriores, y a petición de muchos padres, Frisa dedica esta vez dos páginas al final del libro para tratar el problema del acoso escolar. Da una serie de recomendaciones en primera persona para que los niños “rompan su silencio” si se sienten agredidos y para que recuerden que “no están solos”.