Eres más fuerte de lo que crees

“Con el coronavirus estamos viviendo una situación excepcional que requiere de toda nuestra capacidad de resiliencia. Lo estamos pasando mal, muchos han perdido a sus seres queridos, no sabemos qué va a pasar y el futuro económico que nos espera no parece muy alentador”, sostiene el psicólogo Tomás Navarro en ‘Eres más fuerte de lo que crees’, Kit de rescate emocional para afrontar la crisis (Zenith), un libro electrónico cuyo objetivo es ayudar a afrontar esta situación.

Uno de los puntos fundamentales sobre los que trabaja Navarro es que todos debemos confiar en nosotros mismos, vernos competentes a la hora de superar esta situación, sólo así podremos adaptarnos aunque no lo hayamos vivido antes, siguiendo estrictamente, por ejemplo, las medidas higiénicas que ha dictado Sanidad. “Por otro lado, requiere esfuerzo el adaptarnos a la nueva realidad, el cerebro es cómodo y es más fácil quedarnos en casa y no afrontar la situación que, además de generar miedo, en ella me siento incompetente y requiere un esfuerzo”, señala el psicólogo.

CÓMO ACEPTAR LAS NUEVAS REGLAS DEL JUEGO

Dado que las cosas han cambiado, aunque todo es temporal, no para siempre, pero sí durante una buena temporada, y aunque no nos guste la situación, debemos aceptarla como viene y no afincarnos en el sentimiento de la queja y de la culpa, según aconseja el psicólogo Tomás Navarro, al tiempo que propone:

1.- Debes aceptar la situación, que todo ha cambiado y no tardes en adaptarte. Lo que no hagas tu no lo hará nadie.

2.- Intentar no predecir el futuro. Ahora debemos tomar decisiones en el día a día.

3.- Nos equivocamos mucho en nuestros juicios; dale dos vueltas a lo que piensas, a lo que percibimos, porque mezclamos pensamientos de miedo y de deseo y es fácil bloquearnos.

4.- No descartar nada. Si no contemplo algo, es una opción que pierdo. Pensar que tenemos más alternativas pero no las contemplamos. Si creemos que vamos tirando con el paro, no nos esforzaremos en alternativas nuevas, como buscar trabajo nuevo.

5.- Concentrarnos en lo que sí podemos controlar, no empeñarse en lo que no podemos hacer.

6.- Ser creativos. Piensa en nuevas funciones, procesos, escenarios y soluciones a nuevos problemas. Practica la lluvia de ideas.

7.- Desaprender lo aprendido, que siempre nos funciona como un corsé, como es esa seguridad o lo que hecho siempre. Despierta tu espíritu analítico y conviértete en un solucionador. Cuestiónalo todo.

8.- Ser conscientes de que nadie va a venir a salvarnos y de que tenemos más alternativas de las que pensamos. La queja no sirve de nada, tampoco culpar a otras personas.

9.- Dar salida a nuestras emociones, si no lo hacemos supondrá un freno, tenemos que liberar la presión pero debemos hacerlo a partir de la ‘microgestión’, de pequeñas dosis, poco a poco; no explotar de una sola vez.

10.- Saber que 8 de cada 10 conflictos son malentendidos y no podemos vivirlo todo como una ofensa personal, no tomar las cosas como algo personal para evitar que se cronifique. Hay que decir las cosas, intenta no discutir, haz deporte para liberar tensiones.

11.- Pon tu imaginación bajo control, ésta puede jugarnos una mala pasada. Hay que aferrarse a la realidad. En casa estamos bien, seguros frente al coronavirus, pero también debemos empezar a retomar nuestra vida anterior a la pandemia, con las precauciones que todos conocemos. Después de reformular la situación que estás viviendo, tener un plan de acción y cuando a uno se le va la cabeza, volver a ese plan. La imaginación no para y se puede usar para evadirte y recordar cosas bonitas.

12.- Preocúpate por lo que hay que preocuparse. Todas las preocupaciones tienen una acción que influye en ellas. Si temes contagiarte con poner dos velas no lo solucionas; sí si sigues los protocolos de higiene, y no practicas conductas de riesgo. Debemos transformar la preocupación, que es normal y humana, en una acción que pueda minimizarla, en una acción concreta. ¿Me preocupa el dinero? Ahorra o busca nuevo curro. Si te preocupa salud, come bien y no hagas conductas de riesgo, y sigue lo dictado por las autoridades sanitarias.