Aya de Yopougon

Autores: Marguerite Abouet, Clément Oubrerie

NORMA EDITORIAL NOS PRESENTA LA REALIDAD COTIDIANA DE UN CONTINENTE AFRICANO ALEJADO DE LOS CLICHÉS

Costa de Marfil es una ex colonia francesa que se sacudió la tutela de París en 1958, durante la oleada de optimismo, nacionalismo e independencia que galvanizó el continente africano a fines de los años 50. Hoy en día es una de las naciones más prósperas de África occidental y un polo de atracción para los países limítrofes. No obstante, los marfileños han migrado a países como Francia o Burkina Faso en busca de mejores oportunidades. Es el caso de Marguerite Abouet, que nació en Abiyán (capital marfileña) y se fue a París con 12 años a estudiar junto a su hermano mayor. Gracias a su pasión por la literatura y a la lectura de “Persépolis” de Marjane Satrapi, creó la serie Aya junto al dibujante Clément Oubrerie. Esta obra la consagró y la convirtió en portavoz no oficial de la cultura de su país.

Aya es una colección de seis álbumes que Norma Editorial agrupa íntegramente en dos tomos. La primera entrega de la serie se publicó en 2005 bajo el paraguas del prestigioso sello Gallimard, en la colección «Bayou» (dirigida por Joann Sfar) y ganó el premio al mejor primer álbum en la edición de 2006 del Salón de Angouleme. Abouet se inspiró en la atmósfera de su barrio natal (Yopougon o, popularmente, «Yop City») para narrar las vivencias de un grupo de amigas y de los personajes que orbitan a su alrededor.

La serie muestra la vida en un país africano desde una óptica colorista y vital, muy alejada del dramatismo con que la presentan habitualmente los telediarios. Aya oculta un microcosmos hirviente de vida bajo una apariencia telenovelesca abordando el día a día en una pequeña comunidad de Costa de Marfil. La obra pone de relieve los distintos estratos de la sociedad marfileña adentrándose en los barrios populares, las zonas residenciales y las aldeas del interior. El conjunto da forma a un relato coral por el que circulan decenas de personajes.

El tono de Aya es alegre y desenfadado. Sus historias se entrelazan formando una trama que a los lectores españoles les recordará a la vida en su propio barrio más que a la imagen de guerra y miseria que suele asociarse con el continente africano. Sin embargo, Abouet y Oubrerie no ocultan las lacras de la sociedad marfileña y las exponen desde una óptica de género que recuerda a la que ha popularizado recientemente la narradora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en su célebre manifiesto ‘Todas deberíamos ser feministas’.