Como perro que aúlla en la oscuridad

¿Vencemos al villano o cambiamos al mundo?

Si cuando usted asista a la próxima Feria del Libro de Madrid escucha el aullido de un perro, no lo piense dos veces y deténgase en esa caseta, pues seguro que ahí estará el escritor argentino Eduardo Goldman firmando ejemplares de su nueva novela Como perro que aúlla en la oscuridad (Huso Editorial, 2019). Nada de raro tendría que el perro de su historia también anduviera por el parque de El Retiro y le firmara el libro.

Antes de su firma pautada para el sábado 8 de junio en la caseta de la librería Juan Rulfo, conversamos con el narrador argentino. En este diálogo marcado por lo negro y el sarcasmo, entre otros puntos, Goldman se pregunta: ¿Vencemos al villano o cambiamos al mundo?

Pregunta: – ¿La perversidad es la clave de toda novela negra? ¿En su novela es la perversidad lo que determina lo negro?

Respuesta: – En la novela negra, la historia sirve de excusa para realizar una despiadada crítica social. La perversidad está en la sociedad misma, en un mundo insensible a las necesidades humanas. Ostentosa, al tiempo que mucha gente pasa hambre. Hipócrita, a menudo cruel. Y esa perversidad se encarna en la figura del villano. En mi novela, el villano ha conformado una especie de ong, con objeto de ayudar a los pacientes receptores de trasplantes. Pero poco a poco, ese grupo altruista se va corrompiendo hasta convertirse en una secta macabra. Han sido corrompidos por ese entorno social de valores decadentes. ¿Y qué hacemos entonces? ¿Vencemos al villano o cambiamos al mundo? Es más fácil lo primero.

 

 

P: – Un inspector de policía, un perro y una conductora de un noticiero de televisión. Tres personajes claves en su novela. ¿Qué los une y que los diferencia?

 

R: – Tres seres totalmente desconectados entre sí, de pronto se ven enlazados y la vida de todos ellos cambia. Así funciona la literatura, y así funciona el mundo real. El inspector se ve reflejado en ese perro valiente que, por otro lado, le teme a la soledad. Andrea encuentra en el inspector al hombre que desprecia por considerarlo un asesino, pero a la vez, el hombre que siempre soñó. Culpa, contradicciones, necesidad de amar. Los unen las mismas cosas que los separan.

P: – El título Como perro que aúlla en la oscuridad parece obvio, ¿su novela muestra evidencias que pasamos inadvertidas en el día a día?

R: -Todos somos un poco ese perro que aúlla, como un llamado de auxilio que nos arranque de la soledad. Lo hacemos de muchas maneras. Enojándonos con el mundo, adquiriendo una mirada triste, consumiendo drogas, emborrachándonos, violando la ley. Quizás, también escribiendo una novela. Al hacerlo tenemos la esperanza de que alguien acuda. Aunque muchas veces, somos la Penélope del canto de Serrat. Y aun si alguien se acercara nos aferramos a nuestra soledad, cómoda y vacía.

P: – ¿Es usted un asiduo consumidor de noticias?

R: – A veces me extralimito y tengo una sobredosis de noticias. Sé que no es lo mejor. Cuantas más noticias veo menos enterado estoy de lo que pasa. Entonces me detengo y salgo a caminar o me como una chocotorta, que después de la rueda es el gran invento de la humanidad.

P: – ¿Qué tanto hay de investigación y qué tanto de ficción en esta novela? ¿Se cruzan los dos espacios?

R: – Cuando empiezo a escribir una novela lo primero que descubro es mi ignorancia. Soy obsesivo con el tema de la verosimilitud y por eso investigo a fondo hasta los más mínimos detalles. Por ejemplo, en esta novela: ¿qué tipo de armas usan los sicarios? ¿Cómo son los casquillos de las balas? ¿Cuáles son los elementos con que cuentan los forenses? ¿Cómo se maneja el radio en un patrullero? Averigüé tanto al respecto que ya puedo ser asesino, o escritor.

 

P: – ¿Cuáles son sus referentes como escritor? ¿Se influencia de artes distintas a la literaria?

 

R: – A un escritor le influye todo, sea consciente de ello o no. Sus vivencias infantiles, su paso por la escuela, la charla con un amigo, sus amantes. Todo. A eso se suma lo que lee, la música que escucha, las películas que ha visto. Para mí han sido referentes, entre muchos otros, Raymond Chandler, Kafka, Julio Cortázar, Osvaldo Soriano, Paul Auster, Juan Carlos Onetti, también Erich Fromm y Alice Miller. En la actualidad tengo grandes amigos escritores a los que admiro, como Martín Sancia Kawamichi, Marcelo Rubio, Miguel Barrero, Edgar Borges, Matías Bragagnolo, Liliana Díaz Mindurri, Horacio Convertini, Mario Escobar, Tatiana Goransky, Mercedes Rosende, Laura Massolo, Silvia Arazi, Guillermo Orsi, Gustavo Abrevaya y tantos otros. En cine, películas como Citizen Kane, Casablanca, Ordinary People, Sonata Otoñal, La Tregua, El Secreto de sus Ojos, La lista de Schindler, El Laberinto del Fauno, Manhattan, El Padrino, Crímenes y Pecados (Delitos y Faltas), y ya párenme porque puedo terminar el año que viene.

P: – Usted será uno de los invitados a la Feria del Libro de Madrid de 2019, ¿qué le diría a los lectores que recorren el parque un tanto confundidos entre tanta propuesta editorial?

R: – Quisiera sacarlos de esa terrible confusión y darles esta orientación que espero pueda servirles. En primer lugar, disfruten de cada rincón de la Feria, porque es un lugar hermoso, único. En segundo lugar, aparezcan por allí el sábado 8 de junio a las 19 hs y vayan directamente al stand de librería Juan Rulfo, donde yo estaré sentado, esperando. Pueden mirar el tráiler de mi libro, Como perro que aúlla en la oscuridad. Comprarlo les hará sentir que la vida es bella. Yo se los firmaré con gusto, y si al marcharse comentan que fue una experiencia hermosa, también lo habrá sido para mí.