El cáncer de cabeza y cuello, el gran desconocido

Más de 11.000 personas son diagnosticadas cada año de cáncer de cabeza y cuello1 en España, lo que le convierte en el sexto tipo de tumor más común en nuestro país. A pesar de estos datos, se trata de un cáncer generalmente desconocido para la población, situación a lo que contribuye el hecho de que sus síntomas, a menudo, se pueden confundir con otras patologías y pasar desapercibidos. Con el fin de dar visibilidad a esta enfermedad, la compañía de ciencia y tecnología Merck, con el apoyo de la Asociación Española de Pacientes de Cáncer de Cabeza y Cuello (APC), lanza por 6º año consecutivo la campaña ‘Bufandas Azules’ en el marco del Día Nacional del Cáncer de Cabeza y Cuello.

El lema de este año, ‘Bufandas con Historia’, apela a una de las formas de expresión más profundas del ser humano, la pintura, para aumentar el conocimiento sobre la enfermedad y en señal de apoyo a los pacientes. Para ello, la compañía ha escogido cuatro reconocidos cuadros a nivel mundial (La Mona Lisa, de Leonardo Da Vinci; El Beso, de Gustav Klimt; Autorretrato, de Van Gogh, y La Joven de la Perla, de Johannes Vermeer) y los ha adaptado colocándoles una bufanda azul. La artífice de estas nuevas versiones es la ilustradora e influencer Pedrita Parker, quien ha querido sumarse a la campaña a través de esta colaboración.

Además, durante la semana del Día Nacional, estas creaciones se podrán visualizar en las marquesinas de los intercambiadores de transportes de Moncloa y Plaza Elíptica de Madrid.

 

¿Y POR QUÉ  BUFANDAS AZULES ?

Bajo el nombre de cáncer de cabeza y cuello se engloba un grupo de tumores que se localizan en los senos paranasales, faringe, laringe, cavidad oral (mucosa oral, encía, paladar duro, lengua y suelo de boca) y glándulas salivares. Por las partes en las que se desarrolla, este tipo de cáncer afecta a funciones vitales como la alimentación, el habla, la comunicación o la propia respiración.

“El cáncer de cabeza y cuello es un tumor poco conocido, a pesar del gran impacto que tiene en la salud física y emocional de las personas que conviven con la enfermedad. Desde Merck, a través de la campaña ‘Bufandas Azules’, queremos contribuir a cambiar esta situación, dando visibilidad a los síntomas y factores de riesgo de la patología, pero, especialmente, apoyando a los pacientes para que se sientan comprendidos no solo por sus familiares, sino también por el resto de la sociedad”, explica Montse Jansà, directora de la unidad de Oncología de Merck en España.

Las secuelas físicas que se derivan del tumor se dan en partes muy visibles del cuerpo como el rostro y el cuello, lo que hace que los pacientes tiendan a aislarse. Como explica María Jesús Romero, presidenta de la Asociación Española de Pacientes de Cáncer de Cabeza y Cuello (APC) y familiar de paciente, “cualquier tipo de cáncer es terrible, pero el de cabeza y cuello provoca además enormes dificultades: afecta a funciones vitales como la alimentación (muchos de ellos tienen que comer únicamente purés y espesar los líquidos para tragar), el habla, la comunicación o la propia respiración. A esto hay que añadir las desfiguraciones faciales. Todo ello hace que estas personas se encuentren condicionadas, dejando de salir e incluso evitando relacionarse con su familia y amigos”.

 

EL CÁNCER DE CABEZA Y CUELLO

El cáncer de cabeza y cuello suele aparecer a partir de los 50 años (aunque los tumores de nasofaringe y glándulas salivares pueden aparecer antes) y es un tumor predominantemente masculino. De hecho, su distribución por sexos en España es de 10 a 1 para el varón, aunque en los últimos años este cociente se está viendo modificado debido al aumento del hábito tabáquico en la mujer.

De hecho, el consumo de tabaco y alcohol son los principales factores de riesgo de esta enfermedad. Tanto es así que los expertos estiman que alrededor de 3 de cada 4 tipos de cáncer de cabeza y cuello (75%) están relacionados con el consumo de ambas sustancias, si bien también existen otros factores de riesgo como la falta de higiene bucal, el déficit de vitaminas (fundamentalmente A y C) en la dieta o, cada vez más, otras infecciones como el virus del papiloma humano.

A menudo, sus síntomas -alteración o pérdida de la voz, dolor o dificultad para tragar, bultos en la boca o cuello, heridas en la cavidad oral, sangrado oral sin causa aparente- pasan desapercibidos, puesto que se pueden confundir con otras patologías.