El Museo del Prado explora los “olores del pasado”

El Museo Nacional del Prado ha presentado su nueva exposición ‘La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa’, una muestra que propone un nuevo acercamiento a las colecciones del Prado, en esta ocasión, a través del sentido del olfato.

“Es una manera de acercarnos al pasado. El pasado era olfativamente más sensible de lo que lo es el presente, las cosas olían más, los objetos, los lugares, las personas. Oler permitía a la gente darse cuenta de que un alimento era peligroso o que un lugar era peligroso”, ha expresado el comisario de la exposición, Alejandro Vergara.

‘La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa’ cuenta con el patrocinio tecnológico de Samsung y la colaboración especial de la Fundación Academia del Perfume y Puig. En este sentido, el perfumista y también comisario de la exposición, Gregorio Sola, ha creado 10 fragancias relacionadas con elementos presentes en la obra ‘El Olfato’, parte de la serie de ‘Los cinco sentidos’ que Jan Brueghel el Viejo pintó en 1617 y 1618 y en las que las figuras alegóricas fueron realizadas por su amigo Rubens.

“Ha sido todo un desafío porque tiene muchas facetas”, ha desvelado Sola en la rueda de prensa, donde ha explicado las diferentes fragancias que se pueden oler en la exposición: ‘Alegoría’, ‘Guantes’, ‘Higuera’, ‘Flor de naranjo’, ‘Jazmín’, ‘Rosa’, ‘Lirio’, ‘Narciso’, ‘Civeta’, y ‘Nardo’.

Así, ‘Alegoría’ se inspira en el ramillete de flores que huele la figura alegórica del olfato, pintada por Rubens. Está compuesto de una combinación de rosa, jazmín y clavel. “En perfumería siempre decimos que la rosa es la reina, y toda reina tiene su rey, que es el jazmín. Juntar una reina y un rey es tener a la realeza”, ha destacado Sola.

Mientras, la fragancia que se puede oler en ‘Guantes’ reproduce el olor de un guante perfumado de ámbar según una fórmula de 1696, que consiste en resinas, bálsamos, maderas y esencias de flores, en compañía del acorde de cuero fino; e ‘Higuera’ interpreta el olor vegetal, húmedo, verde y refrescante de la sombra de una higuera en un día de verano.

De las flores del naranjo amargo se extrae la esencia de neroli, por destilación al vapor de agua, es la que se puede oler en la fragancia ‘Flor de naranjo’. ‘Jazmín’ es una fragancia de absoluto jazmín, con un olor delicado e intenso, con facetas verdes y cremosas y una ligera nota animal.

El olor de la rosa es fresco, floral, aterciopelado e intenso con facetas verdes y un ligero toque frutal, combinado con notas especiadas y una sutil nota de miel, como se recoge en ‘Rosa’. Jan Brueghel pintó ocho variedades de rosas, entre ellas la centifolia y la damascena, las más utilizadas en perfumería.

“La memoria visual y auditiva tienen una memorabilidad más corta que la olfativa. Todos recordamos el perfume de nuestra madre, el olor de nuestro primer beso, el olor de los lápices, y lo que queremos es que el cuadro de Jan Brueghel nos deje a todos una huella olfativa única y memorable”, ha precisado Sola.

En ‘Lirio’, Sola ha explicado que se trata de la materia prima más cara de la perfumería, con un valor superior al doble del oro debido a los rizomas, que han de madurar entre cinco y siete años; mientras ‘Narciso’ tiene una fragancia fuerte y embriagadora, con matices frutales de albaricoque y melocotón, combinada con notas de cuero, casi aceituna y un fondo floral pajizo.

‘Civeta’, de origen animal, era un fijador que se vinculaba a otras fragancias para prolongar el olor en la piel o en objeto, con un olor fuerte a animal o a excremento. Sola ha destacado que para la muestra el olor se ha reproducido de forma sintética. Finalmente, figura ‘Nardo’: el nardo utilizado en la época era de origen indio, se pintó en un cuadro que procede de México y era muy costoso.

 

OLER HASTA 100 PERFUMES SIN SATURAR EL OLFATO

Según la vicepresidenta de nuevas tecnologías de Puig, Camila Tomás Verdaguer, ‘La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa’ cuenta con la tecnología AirParfum, desarrollada por Puig, que sin emitir alcohol permite oler hasta 100 perfumes sin saturar el olfato.

“Cuando ustedes entran a una perfumería, y huelen un par de perfumes, en seguida se tapona la nariz: eso es una molécula de alcohol gorda que llega a la nariz y la bloquea; en cambio lo que AirParfum consigue hacer es sentir solamente una molécula tan pequeñita que hace que el oler sea como mirar imágenes”, ha expresado Verdaguer.

Asimismo, ha comentado que el sentido del olfato es “algo increíble” que consigue “acercar emociones” y activa la memoria de una manera “que no hace ningún otro sentido”. “Quien pase por esa sala y pruebe la experiencia del olfato, seguro que se va a acordar de Brueghel durante mucho tiempo”, ha destacado.

A través de 4 difusores en los monitores táctiles de Samsung disponibles en la sala, los visitantes podrán oler los elementos del siglo XVII presentes en el cuadro. ‘La esencia de un cuadro. Una exposición olfativa’ se podrá visitar hasta el próximo 3 de julio en la sala 83 del edificio Villanueva del Museo del Prado.