El Reina Sofía reivindica el arte exiliado de la Guerra Civil y el franquismo
El Museo Reina Sofía ha presentado el episodio ‘Pensamiento Perdido: Autarquía y Exilio’, tercero en el marco de la reordenación que está llevando a cabo de su Colección, con más de 300 obras realizadas en distintos formatos de alrededor de un centenar de artistas de ese periodo comprendido entre 1939 y finales de la década de los años 50.
Las obras de artistas señeros de esa época como Picasso, Dalí, Saura, Oteiza, Millares, Tapiès o Miró se mezclan con las de otros autores con menos nombre pero igual importancia para aquel momento de exilio y autarquía, como son los de Josep Bartolí, Francesc Tosquelles o José Guerrero, entre otros.
El director del centro, Manuel Borja-Villel, ha explicado que espera generar “debate” con esta reordenación enfocada a una época que ha marcado la historia española, aunque lejos de la polémica. “Que haya debate estaría bien, pero en este país parece que no se debate”, ha alertado.
“Hay una relación que va más allá de la fonética entre ‘nación’ y ‘narración’. Parece que el relato lo hace el que tiene territorio, pero ¿como se escribe desde quien no lo tiene? El que se debata qué papel ha tenido el exilio en España es fundamental: si eso genera ruido, sería una lástima porque es perder una oportunidad”, ha señalado.
La reorganización de las piezas en este episodio ofrece dos “caminos” posibles al visitante, uno hacia el relato del exilio y otro al de la autarquía. Borja-Villel destaca la unicidad en la temática respecto a poner en cuestión lo “ideal” de la visión de “crecimiento indefinido” que proviene de esos años.
“Hemos heredado de la historia esa visión de progreso continuo, pero ya hemos visto que puede llevar a problemas psicológicos muy serios, con lo cual hay que planteárselo y eso está en el exilio. Una idea de resistencia dentro de la cerrazón total del franquismo, con autores que encontraban formas de crear y trabajar”, ha defendido.
Dividada en varias secciones, este episodio propone un trayecto que comienzo con un llamativo ‘Retrato de Ramiro de Ledesma’ de Pancho Cossío–, seguido por ‘Frivolidades de la posguerra’ –aquí se encuentra un Dalí, ‘Idilio atómico y uránico melancólico’, producto de su conmoción por el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki–.
En un momento del recorrido surge la obra ‘Monumento a los españoles muertos por Francia’, de Picasso, acompañando las fotografías de Robert Capa de campos de concentración de republicanos y el visitante termina frente a piezas como la película de Josep Renau ‘La tercera dimensión’.
‘Pensamiento Perdido: Autarquía y Exilio’ abre y cierra con dos momentos llamativos. El inicio es la película ‘Ya viene el cortejo…’ (1939), de Carlos Arévalo, donde puede verse la entrada del ejército franquista en Madrid. El final, un fragmento de la película ‘¿Teléfono rojo? Volamos hacia Moscú’, de Stanley Kubrick, en la que una bomba atómica se “relaciona con el inicio de la apertura del franquismo al mundo”.
Este episodio ocupa 16 salas de la cuarta planta del edificio Sabatini. Borja-Villel reconoce que hay tres autores históricos que están “implícitamete presentes” en todo este recorrido, aunque manteniendo los espacios previos reservados para sus obras más icónicas –como en el caso del ‘Guernica’–: Picasso, Dalí y Miró. El núcleo de la obra de los tres estará en el próximo episodio de vanguardias que inaugurará el Reina Sofía en septiembre.