La muy catastrófica visita al zoo
El escritor suizo Joël Dicker reflexiona sobre la responsabilidad, la democracia y la importancia de la lectura en la novela ‘La muy catastrófica visita al zoo’, en la que usa la visión del mundo de los adultos por parte de una niña para huir del “dogmatismo”.
El escritor, ha admitido sobre su éxito en ventas que no se puede olvidar y que no puede decir que no existe una presión, pero que él busca transformarla en una “exigencia cada vez más grande” de autenticidad en lo que escribe. A su juicio, en lo que publica debe haber ganas, alma, implicación y reflexión, lo que para él no quiere decir que lo que escriba deba gustar a cualquier precio: “No se puede gustar a todo el mundo”, ha dicho Dicker, para quien tener cada vez más lectores hace muy difícil la posibilidad de agradar a todos.
En rueda de prensa este martes, Dicker, quien ha dicho que su libro es para personas entre 7 a 120 años y que le gustaría que se leyera de una forma compartida, ha afirmado que es una obra que habla del mundo de los adultos “desde la distancia”.
Publicada en castellano por Alfaguara y en catalán por La Campana, ‘La muy catastrófica visita al zoo’ parte de la inundación de un colegio especial al que asisten seis niños y de la investigación que estos realizan liderada por Joséphine para resolver el enigma mientras realizan clases en una escuela de ‘niños normales’.
Dicker ha advertido de que el lector no se espere un asesinato o una investigación policial, pero que sí encontrará una investigación a cargo de estos niños, en una historia que le retrotrae a una película familiar que reúne a niños, padres y abuelos, donde todos se lo pasan bien y que quiere ser un “paréntesis”.
Ha afirmado que se ha divertido escribiendo un libro que no es “una novela negra más”, aunque ha dicho que es un libro en su trayectoria diferente pero que parte de los misma autenticidad que sus obras anteriores.
Joël Dicker ha afirmado que la novela habla de los adultos en una contraposición entre el mundo infantil, más naïf y de sueño, y el de los adultos, que tiene “una buena dosis de resignación, poco sueño y pesimismo”.
“ME HE SENTIDO MUY LIBRE”
Ha afirmado que la mirada de la niña permite hablar de la importancia del voto o de la democracia sin que se pueda caer en una lección moralista: “Con la voz de la niña me he sentido muy libre”, ha subrayado el escritor.
Dicker ha subrayado que en todo el libro planea el principio de responsabilidad, lo que hace que en el festival que aparece en la novela se hable de temáticas como la censura y la democracia, temas en que “todo recae en la responsabilidad de cada uno”.
Ha dicho que reflexiona sobre “qué responsabilidad se está dispuesto a asumir” por ejemplo al aceptar cuestiones que no encajan individualmente pero sí a nivel colectivo, unos conceptos que parecen más evidentes cuando no se está en una democracia.
Dicker ha subrayado que es importante en una democracia entender “cuál es la responsabilidad” de cada uno, para lo que ha dicho que es importante leer.
Según él, la lectura en papel desarrolla el cerebro y la capacidad de entender aquello que está en juego y citando a la investigadora Maryanne Wolf ha asegurado que “los niños que leen en papel son capaces de entender lo que está en juego para ellos y lo que les rodea” y ha asegurado que los riesgos de una generación que no lee se verán en 20 años.