‘Madama Butterfly’ visita el Thyssen
El museo Thyssen-Bornemisza ha presentado la exposición ‘Madama Butterfly y la atracción por Japón. Madrid, 1868-1915’, con motivo del 110 aniversario del estreno en Madrid de la ópera ‘Madama Butterfly’ de Giacomo Puccini.
La muestra, que se podrá visitar desde este jueves 22 de junio hasta el próximo 27 de agosto, representa el “interés” de occidente por la estética japonesa a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, según ha declarado el comisario de la misma, Juan Ángel López Manzanares.
La exposición reúne así 46 piezas: pinturas, carteles, estampas, porcelanas, fotografías, complementos de moda y libretos teatrales que proceden de instituciones como el Museo Nacional de Artes Decorativas, el Museo ABC, el Museo de las Artes Escénicas del Institut del Teatre y el centro de Documentación y archivo de la SGAE, entre otros, así como colecciones privadas, en su mayoría madrileñas.
En este contexto, López ha explicado que, tras casi dos siglos y medio de aislamiento, a mediados de la década de 1850 Japón se vio forzado por EEUU a abrir sus puertas a Occidente, algo que promovió una impronta cultural de Japón en Occidente que se empezó a notar a través de su participación en Exposiciones Universales como la de Londres (1862) y París (1867). Asimismo, en ciudades como Madrid, las clases altas mostraron interés por los objetos de Japón quienes los coleccionaban como símbolo de elegancia y buen gusto.
Al encuentro ha asistido también el director artístico del Teatro Real, Joan Matabosch, quien ha destacado dos aspectos “fundamentales” de la muestra. “En primer lugar, permite ver la fascinación por el mundo japonés de la época a través de objetos, y a través de la visión de lo japonés en occidente, y en segundo lugar, ofrece documentos de lo que fue ésta ópera como los figurines del estreno en Madrid”, ha explicado.
En esta línea, López ha precisado que la muestra está concebida en cuatro ejes temáticos. En primer lugar, el interés de los primeros artistas españoles por la estética japonesa, como Eduardo Jamacois, Mariano Fortuny, o Raimundo de Madrazo, quienes participaron de la “pasión japonista” introduciendo a veces en sus obras motivos orientales como biombos, parasoles o cojines, como se puede observar en el cuadro ‘La lectura (Aline Masson)’ de Madrazo, que forma parte de la muestra.
En segundo lugar, el coleccionismo y la influencia de la cultura nipona en las clases altas. “El mismo Joaquín Sorolla contaba en su colección personal con varias obras de origen japonés entre las que destaca un álbum de grabados ‘surimono’ que es maravilloso y se muestra en esta exposición”, ha dicho.
INTERÉS POR EL PAÍS DEL SOL NACIENTE
Asimismo, ha señalado que el interés por el “país del sol naciente” aumentó a comienzo del siglo XX debido a dos fenómenos: la Exposición Universal de Barcelona de 1888 y las noticias de la guerra sino-japonesa (1894-95) y ruso-japonesa (1904-05).
En este contexto, ha mostrado como ejemplo un cartel de Cecilio Pla de 1892 que anunciaba el baile de máscaras del Círculo de Bellas Artes de Madrid, y que cuenta con motivos nipones como un kimono y un cerezo en flor. “Se ponían disfraces de Japón sin haber estado nunca ahí”, ha aseverado.
La exposición finaliza con un repaso por el mundo teatral del momento donde, según ha explicado, abundaron las operetas de temática japonesa como ‘Ki-ki-ri-ki’ (1889), ‘La taza de té’ (1906) o ‘Abanicos japoneses’ (1909). “La ópera de Giaccomo Puccini supuso uno de los hitos principales del japonismo madrileño. Por ello, en la muestra se exhiben , entre otros, los siete figurines que Joaquín Xaudaró realizó para la misma”, ha concluido.