Presas Fáciles

Autor: Miguelanxo Prado

NORMA EDITORIAL PRESENTA UN IMPECABLE POLICÍACO CON TINTES DE DENUNCIA SOCIAL

Los inspectores Olga Tabares y Carlos Sotillo investigan dos casos de difícil resolución. Primero, una cadena de asesinatos cuya única conexión entre sí radica en la relación de las víctimas con la banca. Y segundo, la muerte de una menor que, sin saberlo, estaba atrapada en una turbia red de pornografía. ¿Qué tienen en común estos dos casos? Que las víctimas eran siempre presas fáciles.

El genial historietista Miguelanxo Prado (Ardalén) completa con una nueva historia el díptico que inició en 2016 y que presentamos ahora en edición integral, una incursión en el género negro donde no solo importa averiguar la identidad del culpable, sino calibrar las consecuencias de sus crímenes.

Miguelanxo Prado (A Coruña, 1958) comenzó su carrera artística publicando sus primeras historietas a finales de los años 70 en diversos fanzines gallegos. A partir de 1980, coincidiendo con su traslado a Barcelona, colaboró de manera asidua con la influyente cabecera Zero, que había logrado reunir a un grupo de autores convertidos en referentes actuales. En estos momentos, entra en contacto con el editor Toutain quien publicó algunas de sus primeras historias, en las que ya se dejan ver algunos de los rasgos de su personalidad artística. Desde estos inicios hasta la actualidad, su obra ha evolucionado del relato de ciencia-ficción a otro más costumbrista e interesado por el individuo, con un poso melancólico y poético.

Durante la segunda mitad de los años 80, el autor da salida a un nuevo registro que también demostró dominar, la comedia, con Crónicas Incongruentes (Norma Editorial, 1990) y, sobre todo, con Quotidianía Delirante, recopilada por Norma Editorial en un solo tomo integral. Editorial con la que había empezado a trabajar en 1988, con la publicación de Manuel Montano, con guiones de Fernando Luna.

Pocos años después, en 1992, aparece su primera historia larga, la multipremiada Trazo de tiza. Le sigue en 1993, Pedro y el lobo, y, posteriormente, la recopilación de historias cortas, Tangencias (1995).

En los años siguientes el autor desarrolla su faceta como ilustrador para libros y revistas, además de realizar importantes trabajos en publicidad y animación. Hasta que en 2004 publica La mansión de los Pamplín, que recibió los premios a la Mejor Obra y al Mejor Guión, en el Salón del Cómic de Barcelona, de 2005.

Prado volvió a dedicarse durante los años siguientes a su nuevo proyecto, que salió a la luz bajo el nombre de De Profundis, como película de animación (2006) y libro ilustrado (Norma Editorial, 2008). Posteriormente, en 2012, publica la que será su novela gráfica más ambiciosa, la multipremiada Alardén, una poética reflexión sobre la memoria que fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic de 2013.

La curiosidad de este autor por la realidad que le rodea y su relación con el individuo continúa presente en sus últimas obras, como en Presas fáciles (Norma Editorial, 2016), donde Prado crea un policíaco a partir de la realidad social y económica que atravesaba la España sacudida por la crisis. También podemos encontrar esta mirada incisiva en El pacto del letargo, proyecto en el que anda involucrado y que abrirá la Trilogía del Trisquel, que ha definido como una gran fábula contemporánea sobre el bien, el mal y la culpabilidad.