Sorolla narra la moda de principios del siglo XX
El Museo Nacional Thyssen-Bornesmiza y el Museo Sorolla han organizado la exposición ‘Sorolla y la moda’, una muestra conjunta en la que ambas sedes reúne más de setenta pinturas del artista que están acompañados por numerosos vestidos y complementos de la época para mostrar a “un hombre de su época”.
Comisariada por Eloy Martínez de la Pera, la exposición –que estará hasta el 27 de mayo, una parte en el Thyssen y la otra en el Museo Sorolla– pretende ofrecer un “juego de espejos” en el que las piezas textiles y decorativas “no son simple ornamento sino que cambia la naturaleza de la imagen”, según el director artístico de la pinacoteca, Guillermo Solana.
Dividida en cuatro secciones (Sorolla íntimo; El retrato de sociedad; El veraneo elegante y París y la vida moderna), por la exposición recorren varios retratos de su esposa Clotilde García o estampas de paseantes por la playa de Biarritz, acompañados de blusas de la década de los 20, vestidos de ceremonia e incluso armarios usados por su propia familia.
“Esta muestra es un cuento que nos traslada a la Europa de finales del siglo XIX y principios del XX, en la que Sorolla es el narrador”, ha señalado Martínez de la Rosa, quien ha explicado además que fue un periodo importante para la moda, puesto que empiezan a surgir nombres de grandes diseñadores.
Piezas de Jean Paquin, Charles F. Worth o el mítico vestido Delphos de Fortuny acompañan a cuadros tan emblemáticos como el que sirve para encabezar la exposición, ‘Elena con túnica amarilla’, imagen de su hija pintada alrededor del 1909.
El comisario de la muestra ha reiterado que, a través de este “viaje”, se podrá observar “la importancia que Sorolla otorgaba a las mujeres”. “Es un orgullo por el momento histórico que se representa, en el que se empezaba a amar a la mujer al 100% y Sorolla fue el que más hizo por ello, no solo con su esposa”, ha señalado.
EL THYSSEN, UN MUSEO DE LA MODA
Para Solana, con ‘Sorolla y la moda’ se produce una “paradoja” puesto que por un lado “enseña al pintor como un hombre radicalmente de su tiempo, de mundo y cosmopolita”. “A Sorolla la moda le sirve para ofrecer una imagen de actualidad, pero al espectador le ocurre lo contrario, entrar en un efecto de nostalgia gracias al túnel del tiempo que le transporta hacia atrás”, ha explicado.
El director artístico del museo ha aludido al papel de la pinacoteca respecto al mundo de la moda –por ejemplo, en otoño de 2016 ya llevó a sus salas ‘Bulgary y Roma’–. “Es un género atribuido al Thyssen y, aunque no somos un museo de textiles, hemos dejado entrar la moda y es acertado”, ha defendido, añadiendo con humor que él no entiende “nada” de este mundo.
Preguntado por el hecho de contar con dos sedes en las que habrá que pagar entrada en cada una, el director gerente del museo, Evelio Acevedo, ha justificado esta decisión en el hecho de que “no siempre es posible llegar a ese acuerdo” de un ticket conjunto. “En este caso era difícil, nosotros tenemos entrada única y abrir un acuerdo con otro museo nos planteaba problemas administrativos: somos una institución pública y a veces no se tiene toda la libertad”, ha justificado.
SOROLLA EN EL EXTRANJERO
En cualquier caso, la directora del Museo Sorolla, Consuelo Luca de Tena, ha celebrado la “primerísima calidad” de todas las piezas reunidas, procedentes tanto de museos como de colecciones públicas y privadas. “Es una gran noticia que haya gente que es tan consciente del patrimonio que custodia”, ha resaltado Martínez de la Pera.
Por último, Luca de Tena ha apuntado el papel que ocupa a día de hoy Sorolla, tanto en España como de puertas afuera. “Aquí Sorolla nunca perdió la popularidad, pero es verdad que con la exposición en el Museo del Prado ha recuperado la importancia en la crítica. Su calidad no se discute, pero no está todavía al nivel al que tendría que estar internacionalmente”, ha concluido.