El Teatro Real estrena Bomarzo
ÓPERA CENSURADA EN SU DÍA EN ARGENTINA
El Teatro Real estrena el 24 de abril la ópera ‘Bomarzo’, del compositor argentino Alberto Ginastera (1916-1983), cuya última representación en Europa data de 1976 en Londres y que poco después de su estreno, en Washington en 1967, fue censurada por el general golpista argentino Juan Carlos Onganía mediante un decreto para “resguardar la moralidad pública”.
Los directores general y artístico del coliseo romano, Ignacio García-Belenguer y Joan Matabosch, respectivamente, han presentado esta nueva producción del Teatro Real y la Ópera de Ámsterdam de la que se representarán cinco funciones (24 y 28 de mayo y 2,5 y 7 de mayo) y para la que se ha preparado una amplia programación paralela desde el pasado mes de febrero.
Junto con ellos, han participado el director musical, David Afkham (director principal del Coro y Orquestas Nacionales de España), que debuta en el Real; el director de escena, Pierre Audi; la soprano Isabel Penagos, que estrenó la ópera en 1967 en el papel de Julia Farnese; y la hija del compositor, Giorgina Ginastera.
‘Bomarzo’ es una adaptación del libro homónimo de Manuel Mujica Lainez, cuyo libreto fue llevado a cabo por el propio autor, inspirado para la historia en las esculturas del Parque de los Monstruos, al norte de Roma, realizadas en el siglo XVI.
La ópera, un encargo de la Opera Society de Washington a Ginastera, invierte el eje narrativo de la novela para contar la atribulada vida del duque de Bomarzo, Pier Francesco Orsini, justamente al revés. Desde su agonía y a modo de ‘flashback’ episódicos, el protagonista repasa una vida repleta de perversiones, en los que se entremezclan las maquinaciones de la nobleza renacentista. Despreciado por su familia y engañado por su mujer, el duque vive amargado pero confiando en una inmortalidad que no llegará a cumplirse.
NORMALIZAR LA OBRA EN LOS REPERTORIOS
Sobre la larga ausencia de esta obra en los escenarios, Audi ha destacado su complejidad y la necesidad de encontrar a un equipo interesado en ella, al tiempo que ha afirmado que no es un título “de repertorio”. Sin embargo, Matabosch ha especificado que, aunque supone un “esfuerzo grande”, el coste está en la línea del coliseo madrileño, que busca precisamente con su puesta en escena contribuir a su normalización en los repertorios de los teatros.
La música compuesta por Ginastera rehuye la tonalidad y utiliza el microtonalismo aleatorio, aunque también se acerca a la escritura modal con el fin de recrear la música italiana renacentista, en la que se desarrolla la trama, con el uso de formas arcaicas como el madrigal, la musetta o la villanella.
Mientras, la partitura vocal va del recitado rítmico y hablado al canto ortodoxo, al igual que ocurre con las partes corales, que exploran desde el canto sólo a base de consonantes hasta la utilización fonética de la palabra amor en 44 idiomas en el Ballet erótico. La orquesta, con una base convencional de cuerdas, madreras y metales, incluye 73 instrumentos de percusión a los que se suma la clave, la mandolina, la viola de’amore y la viola da gamba.
Afkham ha explicado que la composición pertenece al periodo neoexpresionista de Ginastera y abarca un “universo completo de sonidos” con infinidad de momentos en los que la música se pone al servicio de la escena.
El reparto está encabezado por John Daszak (Pier Francesco Orsini, duque de Bomarzo) y secundado por Germán Olvera (Girolamo, hermano mayor de Pier Francesco), Damián Del Castillo (Maerbale, hermano menor de Pier Francesco), James Creswell (Gian Corrado Orsini, el padre), Hilary Summers (Diana Orsini, abuela del duque), Milijana Nikolic (Pantasilea, cortesana de Florencia), Nicola Beller Carbone (Julia Farnese, esposa del duque), Thomas Oliemans (Silvio De Nardi, astrólogo del duque), Albert Casals (Nicolás Orsini, sobrino del duque) y Francis Tojar (mensajero), acompañados por el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real.
VIDEOARTE EN ESCENA
Sobre el escenario, Audi ha preferido dejarse llevar por la ensoñación del protagonista, que se desdobla en diferentes figuras humanas dependiendo de la edad que tiene en sus recuerdos. El escenógrafo e iluminador Urs Schönebaum crea un decorado claustrofóbico e irreal, casi lunar, donde se suceden las escenas con sus atmósferas diferenciadas a través de las luces y la proyecciones del videoartista John Rafman, que debuta en la ópera y que es el elemento “arriesgado”, en palabras del director de escena.
“Quería respetar su visión (de Ginastera y Mujica Lainez) pero necesitaba encontrar un nuevo camino para presentar la historia a un público moderno y hacer que les interesara”, ha dicho Audi. El director de escena ha condensado la obra, que asemeja al “teatro jacobeo” donde al final todos mueren, en 2 horas y 20 minutos sin descanso (frente a las originales 15 escenas en dos actos con interludios) para que el espectador acompañe al protagonista en su viaje desde el principio hasta el final.
También ha precisado que no ha querido insistir en la deformidad física del personaje, que es jorobado, para centrarse en lo psicológico, con el fin de mostrar que el verdadero problema del protagonista es “toda la gente que hay a su alrededor”, su familia, que trata de destruirle, en especial, su abuela, que le convence de que será inmortal y al final es “la arquitecta de su muerte”.
LA INMORTALIDAD
Durante la presentación, Giorgina Ginastera ha recordado que su padre definió a Bomarzo como un “hombre de la época” y ella ha añadido que es un personaje atemporal. “Todos somos Bomarzo”, ha reflexionado al subrayar que todos los seres humanos tienen miedo a la muerte y todos desean la inmortalidad.
Ginastera ha citado también la advertencia que una adivina de Murano vierte sobre el duque de Bomarzo en el libro de Mujica Lainez: “Dentro de tanto tiempo que no lo mide lo humano, el duque se mirará a si mismo”. En este sentido, ha relatado cómo el propio escritor pensaba que se había reencarnado en su protagonista, transformó su indumentaria y acabó sus días en una villa de la Córdoba argentina que era una réplica de una casa italiana. “Siguió viviendo el duque de alguna manera y sigue viviendo a través de la ópera”, ha señalado.
Sobre el ‘Bomarzo Affaire’, como se conoció la polémica por la que la dictadura argentina prohibió la producción, Matabosch ha destacado el “hilarante” decreto que es “un ejemplo de hasta donde puede llegar la estupidez humana”. Por su parte, la soprano Isabel Penagos ha recordado con humor aquel hecho y ha subrayado que gracias a esa interpretación conoció a dos genios, Ginastera y Mujica Lainez.
‘Bomarzo’ será retransmitida en directo y gratuitamente para todo el mundo el próximo viernes 5 de mayo en Palco Digital y The Opera Platform, en el marco de los Europeas Opera Days. También será proyectada en teatros de Chile, Colombia, Ecuador y México, gracias al patrocinio del Grupo Prisa, y en todas aquellas instituciones que deseen utilizar la grabación disponible en Palco Digital también gratis hasta el próximo 5 de junio.