¿Un Gobierno formidable y ejemplar?

Por: El Vigía

Pedro Sánchez ha celebrado los cuatro años que lleva en la Presidencia del Gobierno gracias a la moción de censura contra Rajoy y lo ha hecho a lo grande, calificando su gestión de formidable y ejemplar. ¿De verdad se lo cree? Si es así demuestra que está fuera de la realidad y que ha perdido toda credibilidad, y si no se lo cree es peor porque trata a los españoles como si fueran tontos.

Pero los ciudadanos se merecen un poco más de respeto. No estaría de más que en vez del autoelogio y el autobombo del que hace gala Sánchez dejara un poco de espacio a la autocrítica para acercarse a la realidad. ¿De verdad cree que su Gobierno es formidable cuando ha sido el peor de Europa en la gestión de la pandemia, con sus dos medidas estrella descalificadas por el TC por ilegales? ¿Es un Gobierno formidable cuando tiene la tasa más alta de Europa en desempleo y paro juvenil? ¿De verdad cree que su Gobierno es formidable cuando España es el país europeo más endeudado y con mayor déficit de la UE, condenando a las próximas generaciones a vivir peor que sus padres?

Sabemos que Sánchez es el campeón de la propaganda y la mentira, pero ¿podemos creernos su afirmación de que su Gobierno es ejemplar cuando una parte del mismo está a la greña contra la otra en todo tipo de asuntos: economía, política exterior, defensa, asuntos sociales, etc? ¿De verdad es un Gobierno ejemplar cuando cuestiona un día sí y otro también a las principales instituciones del Estado: Monarquía, Poder Judicial, Ejército e, incluso, al propio Parlamento? ¿De verdad es un Gobierno ejemplar el que se arrodilla ante quienes quieren desmembrar España y concede a sus líderes golpistas un indulto ilegal? ¿Es un Gobierno ejemplar el que se pliega a las abominables exigencias de los herederos de ETA? ¿Es un Gobierno ejemplar quien desoye por sistema cualquier propuesta constitucional de los partidos de la oposición cuando tratan de contribuir a la gobernabilidad?

Por más propaganda barata que destilen y amplifiquen sus bien pagadas terminales mediáticas, los españoles son conscientes de que una cosa es el oropel y otra bien distinta la realidad. Con Sánchez, los españoles no viven mejor. La pobreza energética afecta a grandes capas de la sociedad. No hay sector productivo -ganaderos, agricultores, pescadores, camioneros, hosteleros, etc.- que no se haya levantado contra un Gobierno que vive de espaldas a los verdaderos problemas de los españoles.

La mentira, la propaganda y el postureo de un presidente que llegó al Gobierno por la puerta de atrás no parece resistir mucho más. Sánchez en persona ha sido barrido en las urnas en Madrid hace un año y en Castilla y León hace unos meses. Probablemente dentro de tres semanas el PP ganará de calle las elecciones autonómicas en Andalucía, el granero de votos del PSOE, y ganará no al candidato Espadas, sino al propio Sánchez, que ha bajado de nuevo a la arena política con sus mantras progresistas que ya nadie se cree.

Por más que se enroque y presuma de gestión y de resultados que no se ajustan a la realidad Sánchez sabe que está viviendo un fin de era. Cuanto antes llegue, mejor.