Verdades incómodas sobre el CO2 (o el fin de la farsa de la climodemia)

Por: Laureano Benítez

Es un hecho indiscutible que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera ha aumentado, en especial desde que tuvo lugar el desarrollo industrial y la explotación de los combustibles fósiles.

Hace 200 años, al inicio de la Revolución Industrial, la atmósfera terrestre tenía aproximadamente 280 ppm de dióxido de carbono, según los científicos paniaguados por el globalismo. Sin embargo, estudios solventes de cilindros de hielo recogidos en Groenlandia y la Antártida —que analizan la composición del aire contenido en pequeñas burbujas formadas en el hielo— han demostrado que el nivel real de CO2 en la era preindustrial no era de 280 ppm, sino de 328—. En la década de 1960 la concentración de este gas superó las 300 ppm. Actualmente, el CO2 tiene un nivel de unas 400 ppm (partes por millón en volumen), aunque el 12 de mayo de 2022  en el observatorio Mauna Loa (Hawaii, Estados Unidos), el centro de referencia mundial en este tema, se marcó la cifra de 415,39 ppm.

Este nivel de CO2, ¿es peligroso para la supervivencia del Planeta? ¿Es una amenaza para nuestra existencia, como afirman las instancias globalistas? En el siguiente gráfico –donde además los valores de dióxido de carbono se correlacionan con las temperaturas—, nos podemos hacer una idea de que en la mayor parte de la historia geológica terrestre los niveles de CO2 fueron bastante superiores a los que tenemos en la actualidad:

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En la gráfica se observa cómo la concentración de CO2 hace 520 millones de años —durante el período Cámbrico— era de 7.000 ppm (partes por millón), más de 20 veces superior a los niveles actuales (415 ppm). Durante esta etapa la vegetación era exuberante y los reptiles prosperaron abundantemente. En esta era aparecieron las coníferas (árboles y arbustos).

A partir de entonces, los valores fueron disminuyendo, hasta alcanzar un mínimo de 330 a 360 ppm hace entre 320 y 270 millones de años (coincidiendo con la colonización de la superficie terrestre por las plantas, durante el Carbonífero), valores muy semejantes a los actuales. En el Triásico (250 millones de años) volvieron a aumentar los niveles, y este incremento alcanzó un tope de 2.500 ppm en el Jurásico (150 millones de años). A partir de esta época, la concentración de CO2 disminuye hasta llegar a menos de 300 ppm a fines del siglo XIX, un valor muy bajo, casi un mínimo histórico, lo cual no es óbice para que se le considere una amenaza para la supervivencia de la Tierra.

«La atmósfera de la Tierra contiene hoy unas 415 ppm (0,041%). Comparado a los antiguos tiempos geológicos nuestra atmósfera actual, lo mismo que la atmósfera del Carbonífero, ¡está empobrecida de CO2! En los últimos 600 millones de años de historia del planeta, sólo el Período Carbonífero y nuestra era actual, el Período Cuaternario, han sido testigos de niveles de CO2 inferiores a las 400 ppm. En cuanto a las temperaturas, Carbonífero Tardío al Pérmico Temprano (de 315 millones de años a 270 millones antes que hoy) es el único período en los últimos 600 millones de años donde tanto el CO2 y las temperaturas fueron tan bajas como ahora (Período cuaternario)».

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En la gráfica que observa en el eje de la izquierda la concentración de CO2 en partes por millón, mientras que en el eje horizontal tenemos el tiempo geológico entre hace 570 millones de años hasta la actualidad. Como se ve, la curva del CO2 es idéntica a la del gráfico anterior —es un hecho notable que absolutamente TODAS las gráficas donde se muestra la evolución del CO2 a lo largo de nuestra historia geológica ¡son IDÉNTICAS!—.

Mientras que la curva representa los niveles históricos del CO2, en la línea discontinua verde se muestra el nivel actual, que, como se observa, es el más bajo de la historia junto con el del periodo Carbonífero. Por si esto fuera poco, en la línea roja discontinua se muestra el peor pronóstico sobre CO2 para el año 2100 hecho por las instancias globalistas, que sitúan la concentración de dióxido de carbono en torno a 900 partículas por millón, el cual, como se ve, sigue siendo bajísimo en comparación con otros periodos históricos: blanco y en botella.

Por si estos datos no fueran suficientes para desmontar el Himalaya de mentiras sobre el CO2, un documento oficial del FSIS-USDA americano —FOOD SAFETY AND INSPECTION SERVICE: Servicio de inspección y seguridad alimentaria; USDA: United State Department of Agriculture: Ministerio de Agricultura de USA—, demuestra que los niveles actuales de CO2 están lejísimos de ser una amenaza para la vida en nuestro Planeta, ya que el ser humano solo estaría en una situación mortal ¡con un nivel de 80.000 partes por millón!:

  • 5.000 ppm: ningún efecto.
  • 10.000 ppm: normalmente sin efectos, posible somnolencia
  • 15.000 ppm: estimulación respiratoria leve para algunas personas.
  • 30.000 ppm: estimulación respiratoria moderada, aumento de la frecuencia cardíaca y presión sanguínea.
  • 40.000 ppm: inmediatamente peligroso para la vida o la salud.
  • 50.000 ppm: estimulación respiratoria fuerte, mareos, confusión, dolor de cabeza, dificultad para respirar.
  • 80.000 ppm: vista atenuada, sudoración, temblores, pérdida del conocimiento y posible muerte.

ES DECIR, ¡¡¡NOS ESTÁN TOMANDO EL PELO!!!!

Laureano Benítez, extraído de su libro CLIMODEMIA: EL HIMALAYA DE MENTIRAS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO