Beneficios de bañar a tu bebé diariamente

Cuando tienes un bebé, la hora del baño es uno de los momentos más especiales del día. Te permite estar piel con piel con tu bebé, cuidarlo, lavarlo y mimarlo como se merece, lo que suele ser motivo de felicidad y bienestar tanto para los padres y madres como para los hijos.

Además, tiene muchos beneficios para el bebé, como la higiene, eliminando las impurezas que haya adquirido en su piel o cabello durante el día, y la salud, evitando posibles enfermedades e infecciones debidas a la suciedad.

Sin embargo, el baño es bueno para el bebé por varias razones que seguramente no conozcas:

Es una experiencia multisensorial esencial para la formación de su cerebro gracias a las caricias, juegos, sonidos y aromas que despiertan sus sentidos. Además, la piel de los bebés está íntimamente conectada con su sistema nervioso, por lo que los masajes y los mimos de este momento del día implican una estimulación muy saludable que favorece a su cuerpo y a su mente.
Favorece sus habilidades mentales, reflejos y capacidad de recepción al estar en contacto con el agua caliente, la toalla, la esponja… Les ayuda a conocer nuevas texturas, distintas temperaturas y a descubrir que su peso es más liviano en la bañera, lo que estimula su desarrollo cognitivo.
Supone un momento de juego y una instancia de diálogo para el bebé con su madre o padre. Y es que, aunque todavía no se comunique con palabras, los sonidos que emite y las miradas suponen una comunicación efectiva y enriquecedora.
El agua relaja los músculos y provoca sensación de bienestar corporal y frescura, lo que ayudará al bebé a conciliar el sueño a la hora de irse a la cama, especialmente si se le baña durante la tarde-noche y siempre sobre la misma hora, para convertirlo en su rutina.

Pero eso no es todo, ya que el baño también genera un vínculo especial entre los padres y el bebé, ya que se siente protegido por la persona que lo acompaña, lo que fortalece sus lazos. El pequeño necesita sentirse cómodo para chapotear tranquilo y disfrutar del baño, y, a medida que se incorpora el hábito del baño a su rutina, va construyendo un lazo de confianza con su madre o padre, que lo sostiene, habla y sonríe.

Todo esto hace del baño un momento fundamental en el día a día de un bebé, y le ayudará a estar sano, aseado, estimulado y feliz.