Julio Llamazares: “Lo de decir ‘todos y todas’ me parece muy ridículo’
El escritor Julio Llamazares, quien en ‘Las rosas del sur’ (Alfaguara) continúa con su recorrido por España a través de las catedrales, cree que “hay mucha pose e ideología” en los cambios del lenguaje que piden desde distintos colectivos, en especial los que afectan al lenguaje inclusivo.
“Lo de decir ‘todos y todas’ me parece muy ridículo. En España, partiendo de una idea que es la igualdad, disparan salvas contra las cosas menos importantes: no por cambiar el lenguaje evoluciona la ideología, es al revés, y se quiere construir la casa por el tejado”, ha explicado el autor.
Para Llamazares el lenguaje evoluciona, “como las catedrales o la literatura, con la sociedad” y “lo primero sería construir los cimientos”. “Decir esto supone que a veces te insulten, y eso demuestra que hay mucho fundamentalismo del que no somos conscientes”, ha lamentado el autor.
El escritor leonés recorre en esta segunda parte de su viaje –la primera, ‘Las rosas de piedra’, le llevó principalmente al norte de España– desde Madrid a las islas Canarias, pasando por Extremadura, Castilla-La Mancha , Levante, Andalucía y las Baleares. En total, 74 catedrales que dan como resultado “una literatura de viaje” plagada de anécdotas y opiniones personales, alejada de “guías de arte o históricas”.
En estos recorridos, el autor también se traslada a otras épocas en las que “había un esplendor, pero para unos pocos”. “Y hoy se cuestiona si hay censura, en especial en la cultura, pero nos olvidamos de lo que había antes: si hubiera escrito estos dos libros hace 50 años, iría a la cárcel. Y hace cuatro siglos, a la hoguera”, ha ironizado.
No obstante, preguntado sobre la orden de detención contra Willy Toledo tras saltarse la citación judicial por una denuncia por ofensas religiosas, Llamazares recuerda que, en este caso, el actor “confunde el Estado de derecho con no hacer caso a los jueces”. “Si todos actuáramos así, volveríamos a la época de las catedrales donde cada uno impartía la justicia por su cuenta”, ha señalado.
El escritor defiende la idea de viajero frente al turista en sus viajes, pese a que es “consciente” de que “todo se gentrifica y se convierte en un parque temático, incluidas las catedrales”. “En algunas me fue más fácil ver a un japonés que a un cura: hoy son museos muertos que cobran entradas y solo visitan los turistas”, ha lamentado.
SUEÑOS EN PIEDRA
“El viaje es un concepto romántico que surge por esa época, antes no se viajaba más que por necesidad, y tenía una idea de descubrimiento. Ahora todo el mundo programa hasta el más mínimo detalle, se olvida del azar y el partir por partir….entonces ¿por qué viajan?”, ha preguntado.
En cualquier caso, para Llamazares las catedrales siguen siendo construcciones de “enorme belleza y fantasía”, que terminan convirtiéndose en “sueños en piedra”. No obstante, cree que debería abrirse un debate para su conservación, toda vez que ha perdido su “papel social, desde lugar de reunión y charlas hasta sitio para resguardarse”.
“En este libro también hay una mirada sociológica en la que entra este asunto: ¿qué hacemos con el patrimonio como las catedrales? Aunque la Iglesia lo rentabiliza, se invierte poco en mantenerlas, y tampoco creo que cobrar por las visitas sea la solución. Hoy ya solo quedan dentro turistas con audioguía”, ha concluido.