Amarga e insuficiente victoria
Por: José Antonio Martínez Vega
El PP ha ganado las elecciones generales del 23J pero es una victoria amarga porque ni siquiera con Vox alcanza la mayoría absoluta del Congreso para poder gobernar. El PSOE ha resistido pese a la nefasta gestión de gobierno y Pedro Sánchez podría volver a intentar una ‘coalición Frankenstein’, aunque lo tiene muy difícil.
La decepción de Alberto Núñez Feijóo es grande porque no ha conseguido los objetivos planteados de alcanzar una victoria amplia que le permitiera gobernar en solitario. Con los resultados electorales, ni sumando los 136 escaños del PP a los 33 de Vox logra la mayoría absoluta. El viento de cola levantado por el éxito en las municipales y autonómica del 28M no se ha confirmado. Aquéllos 750.000 votos de ventaja del PP sobre el PSOE apenas se han quedado en 250.000, muy lejos de las expectativas. Tiempo habrá de analizar lo ocurrido, pero podría pensarse en una valoración de urgencia que el PP no ha conseguido movilizar a su electorado, confiado éste en que la victoria era un hecho.
Contra todo pronóstico -y aquí han fallado todas las encuestas- el PSOE de Sánchez ha salvado los muebles pese a la derrota. Incluso ha conseguido dos escaños más de los 120 de 2019. La remontada final en la que confiaba el líder del PSOE no se ha producido, pero no ha estado lejos. Tampoco ha resultado el experimento de Sumar. Yolanda Díaz ha fracasado claramente. Sus 31 escaños son 7 menos de los que sacó un Podemos que empezaba su declive y, además, no ha podido superar a Vox, tercera fuerza política. Por ello, PSOE y Sumar sólo alcanzan 153 diputados, muy lejos de la mayoría necesaria para repetir Gobierno. Sanchez necesitaría el apoyo de ERC, JxCat, Bildu, PNV y BNG, pero sus socios independentistas Rufián y Otegi ya le han hecho saber que van a subir el precio, que pasa por autorizar los referéndum de independencia de Cataluña y País Vasco. Por su parte, el fugado Puigdemont ha dejado claro que no piensa apoyar a Sánchez bajo ningún concepto. Veremos.
En conclusión, los resultados de las elecciones dejan un difícil y complejo panorama político, en el que se atisba el bloqueo para formar Gobierno, ya sea del bloque de las derechas, como del de las izquierdas. Feijóo ya ha reinvindicado su derecho a ser investido por encabezar la lista más votada, pero el sistema español no es presidencialista, sino parlamentario, por lo que el líder del PP tendría que conformar una mayoría que hoy está lejos de su alcance. Asimismo, se puede dar por descartada la abstención del PSOE como sugería el propio Felipe González, por lo que vuelve a aparecer el fantasma de la repetición de las elecciones. De ocurrir, sería en las próximas Navidades.