La Feria del Libro habilita un espacio para editoriales universitarias

La 82ª edición de la Feria del Libro de Madrid ha habilitado un espacio para acoger a editoriales universitarias y centros de investigación, denominado Plaza de la Ciencia y las Universidades, situado en el mismo corazón de la Feria. En este ágora se reúnen un total de 118 editoriales de España, Chile, Colombia, México y Perú repartidas en siete casetas (UNE, CEU Ediciones – Editorial UFV, UNED, Ediciones Universidad de Navarra EUNSA, Publicacions Universitat de València, Publicaciones Universidad Pontificia Comillas – Universidad de Deusto y Editorial CSIC).

La Plaza de la Ciencia y las Universidades se convierte así durante 17 días en el cerebro de la Feria del Libro de Madrid, no solo porque en el mismo descanse el peso académico del evento, sino porque este espacio está presidido por una réplica de gran tamaño del cerebro humano, cedida por el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas). Creado con motivo del Año Cajal, alberga una experiencia multisensorial en la que se desentraña en formato multimedia el funcionamiento neuronal del cerebro de los seres humanos, especialmente dedicada a los visitantes más jóvenes.

En su visita a la Feria, Joan Subirats, ministro de Universidades, ha valorado muy positivamente «el querer reunir al conjunto de editoriales y entidades que trabajan en el ámbito de la Ciencia y de la publicación de ediciones universitarias y darles relevancia y visibilidad».

María Isabel Cabrera, presidenta de la Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE), reconoce que ha hecho falta «un gran esfuerzo y una intensa colaboración entre entidades españolas y latinoamericanas» para posibilitar una oferta editorial así de amplia. En este mismo sentido, insiste en que es una tarea vital para que se reconozca la importancia del sector, se fomente el interés por este tipo de lectura y se facilite el acceso a los materiales. 

 

Sin libros no hay Ciencia

La Unión de Editoriales Universitarias Españolas (UNE) ha preparado un amplio programa, encabezado por las jornadas ‘Sin libros no hay Ciencia’, que tendrán lugar los días 1 y 2 de junio, en el Pabellón CaixaBank de la Feria. A través de ponencias y mesas redondas, se debatirá sobre los problemas, desafíos y oportunidades a los que se enfrenta la divulgación científica en la actualidad, como la influencia de los metadatos y los algoritmos en las redes sociales o las metodologías que pueden emprender las editoriales universitarias para aumentar el posicionamiento de la producción científica en Internet. Desde la Administración Pública, «estamos intentando conseguir que la Ciencia sea lo más abierta posible, que no haya necesidad de instrumentos de pago para el acceso», apunta el ministro de Universidades que también pone el acento en la inversión pública realizada para que la generación y difusión de conocimiento a nivel europeo sea lo más amplia posible. A ese reto, para Subirats se suma el de «conseguir que los avances científicos sean también comprendidos y modifiquen las conductas de la gente en un momento de emergencia climática, por ejemplo, o de los efectos del cambio digital».

Además, se llevará a cabo la presentación del proyecto de Intercambio Científico (IC) de las editoriales universitarias españolas, cuya colección está formada por más de 14.000 libros digitales que se ofrecen a través de los catálogos de las bibliotecas de las universidades.

 

Ciencia abierta y ciudadana

Cabrera insiste en que una de las misiones más importantes es la transferencia del conocimiento y el fomento de la divulgación científica. Se brinda por la apertura de estos productos al público en general y se lucha contra actitudes reservistas que ponen trabas a que estos libros crucen la frontera de la investigación, el profesorado o el ámbito universitario y alcancen a otros lectores. En esta misma dirección se ha pronunciado el ministro de Universidades, dada la coyuntura que se vive en toda Europa en torno al debate «sobre ciencia abierta y ciudadana y sobre cómo implicar a la Ciencia en los procesos de transformación que son necesarios. Por eso, el hecho de que la Feria del Libro dé esta relevancia al tema de la Ciencia, es especialmente destacable porque va en la línea de conseguir que no sea un coto de especialistas, sino un ámbito abierto al conjunto de la ciudadanía, y qué mejor que la Feria del Libro que reúne a miles y miles de personas cada año en Madrid para que pueda ser visible». 

De igual manera, la presidenta de la UNE afirma sobre la divulgación: «El público culto que consume ensayo e investigación de calidad, es un público también interesado en temas locales y publicaciones de otras temáticas como historia, música o literatura». Y añade: «Atendemos a esa diversidad social, a esa variedad de público que se acerca a la Feria, incluso con algunas obras dirigidas al público infantil» para terminar de definir este suelo común para Letras y Ciencias. Sin lugar a dudas, de las palabras de Isabel Cabrera se desprende que la oferta de libros que el lector encontrará en la Plaza de la Ciencia y las Universidades hará que la Feria gane lectores.

Por su parte, Joaquín Corbacho, secretario técnico de la UNE, confiesa sentirse satisfecho por haber cumplido en la Feria del Libro de Madrid su principal misión que es «dar difusión y visibilidad a la producción científica que se realiza en las universidades y en los centros de investigación».