Andy Warhol visita Caixaforum
CaixaForum Madrid acoge hasta el 6 de mayo la exposición “Warhol. El arte mecánico”, una muestra que reúne algunas de las piezas icónicas del artista pop para dar a conocer al “amante de los iconos” y a un artista dual de “difícil clasificación”, según han señalado los responsables de este muestra en su presentación.
Esta exposición, organizada junto al Museo Picasso Málaga, reúne un total de 348 piezas, entre las que destacan las Sopas Campbell’s, los retratos de Marilyn, Jackie Kennedy o Mao así como los carteles y cubiertas de discos que el artista diseñó para grupos como The Velvet Underground.
Según ha señalado la directora adjunta de la Fundación Bancaria La Caixa, Elisa Durán, esta muestra, que ya pasó por Barcelona en el último trimestre de 2017, aborda todas las etapas del artista, con especial atención a su proceso creativo, y cuenta con la colaboración de instituciones como el Andy Warhol Museum de Pittsburgh, el Museos of Modern Art de Nueva York, el Centro Georges Pompidou de París o la Tate de Londres.
El recorrido de esta muestra arranca en los años 50, una primera etapa en la que ya se percibe que no se trata de un artista que trabaja en el estudio “apartado del mundo”, sino de un autor muy “reactivo” cuya obra nace principalmente de “propuestas”, según ha explicado el comisario y director artístico del Museo Picasso de Málaga, José Lebrero.
En sus palabras, la idea de “arte mecánico” y de usar todo tipo de procedimientos es una característica en el conjunto y evolución de la obra de Warhol “desde el origen”. Sin embargo, lo mecánico no equivale a repetición y, como ocurre en el teatro, implica “pérdidas” pero también “ganancias”.
“OBSESIÓN CON LA BELLEZA”
Asimismo, esta muestra revela la “obsesión con la belleza” de un artista que pronto descubre que no se gusta a sí mismo, motivo por el que se retoca la nariz y por lo que siempre está tan preocupado con su piel.
Lebrero ha destacado que la relación de Warhol con el mundo del arte era también de negocio y estaba vinculada con la idea de consumo de los años 50 y 60. Esto explica que durante los años 70, cuando ya había alcanzado la fama plenamente, se ofreció como retratista a cambio de una compensación económica, lo que fue criticado por parte del círculo artístico en el que se movía.
No obstante, el comisario también destacado su “generosidad” a la hora de responder las peticiones variadas que llegaban del partido de los verdes, en Alemania, de publicaciones como ‘Time’, de cineastas como Fassbinder o de artistas como Aretha Franklin, The Rolling Stones o The Velvet Underground, entre otros.
MITOS Y MUERTE
El comisario de esta muestra ha puesto de relieve la relación de Warhol con los mitos del cine y de la música y, “consciente de que no duran siempre”, retrata a Marilyn Monroe el año en el que se suicida, a Liz Taylor, en un momento débil de su vida, o a Jackie Kennedy a partir de las fotografías del funeral de John F. Kennedy.
Esta voluntad por captar a estos mitos en momentos dramáticos de su vida refleja que “la corta vida de los dioses luminosos está muy presente en su obra”, en palabras del comisario de esta muestra. En esta línea, y en referencia a la presencia de la muerte en su obra, ha destacado que “la obra de Warhol no es solo dulce, sino que late la palpitación de lo efímero”.