Corto Maltés. La balada del Mar Salado

Autor: Hugo Pratt

NORMA EDITORIAL NOS TRAE UN CLÁSICO DE LA HISTORIA DEL CÓMIC EN UNA EDICIÓN DE LUJO

Se cumplen cincuenta años de la primera aventura del marino romántico creado por Hugo Pratt en 1967. Un aniversario que celebramos recuperando esta primera historia, ambientada en el pacífico melanesio, en una edición de lujo de 41 cm de altura, numerada, limitada y ampliada con un extenso dosier que analiza la obra y unas acuarelas a color que sirven de introducción a una de las aventuras más bellas que ha dado el noveno arte.

“Soy el Océano Pacífico. El mayor de todos. Me llaman así desde hace mucho. Pero no es cierto que esté siempre así. A veces me enfado y la emprendo con todo y con todos. Hoy mismo acabo de calmarme de la última rabieta. Creo que barrí tres o cuatro islas y destrocé otras tantas cáscaras de nuez, de esas que los hombres llaman barcos…”

Con estas palabras comienza La balada del Mar Salado, la primera aventura en la que hizo aparición Corto Maltés. Nos encontramos en medio del océano pacífico, lugar donde transcurre toda la historia. Un pequeño catamarán tripulado por marineros de las Fidji avista una barca a la deriva donde dos jóvenes yacen exhaustos, Caín junto a su prima Pandora. Ambos son Groovesnore, una familia de armadores que dominaba buena parte de los mares del sur. A partir de aquí comienzan a vivir una aventura única donde los elementos son el océano, los piratas, naufragios, misterios y la búsqueda de un tesoro que brilla por su ausencia. La primera pero una de las más grandes aventuras que realizara Pratt con el personaje de Corto. En esta historia el maltés no cobra especial protagonismo y todos los personajes están realmente bien trabajados, cada uno es único y además evoluciona a lo largo de la aventura que no olvidemos abarca prácticamente el período de un año.

Corto apareció en sociedad en la revista italiana Sgt. Kirk en Julio de 1967. Realizada en un maravilloso blanco y negro va apareciendo por entregas. Una obra maestra del cómic que se fue haciendo poco a poco y sin un final definido previamente con la única intención de recrear la inmesidad de un Océano Pacífico, por aquel entonces desconocido para Pratt, basado en los libros de Conrad, Stevenson, Melville…

Hugo Pratt es uno de los pocos autores de cómic, junto con sus adorados Milton Caniff y Will Eisner entre otros, que se ha ganado un lugar en la historia del género. Un maestro que ha creado escuela y cuenta con prolífica producción publicada en múltiples ediciones. La vida de Pratt se asemeja en gran medida a la de su creación más importante, Corto Maltés. Viajero incansable, pese a ser natural de Rimini Pratt se declara veneciano, pues pasó toda su infancia en la capital del Véneto. Pronto se trasladó a Etiopía con su familia, para volver a Italia justo después de la II Guerra Mundial. En 1949 emigró a Buenos Aires para trabajar en la Editorial Abril. Allí conoció a los grandes dibujantes de la historieta argentina como José Muñoz, Francisco Solano López y H.G. Oesterheld. Fue con este último con quien creó series tan míticas como Sgt. Kirk, Ernie Pike o Ticonderoga. Después de viajar por toda Sudamérica, finalmente regresa a Italia, donde entró a trabajar en la publicación infantil Il Corriere dei Piccoli e inició las adaptaciones al cómic de la obra magna de Emilio Salgari, Sandokán, un proyecto que quedó interrumpido por el sorprendente éxito de Corto Maltés. A partir de entonces, Hugo Pratt saltó a lo más alto del Noveno Arte, cosa que le permitió seguir viajando y documentándose para la que ha sido su mayor obra.