El Museo Thyssen muestra a Monet /Boudin
El Museo nacional Thyssen-Bornemisza acoge, hasta el 30 de septiembre, la exposición ‘Monet/Boudin’ que, por primera vez, aborda la relación entre el pintor impresionista Claude Monet (1840-1926) y el que fue su maestro, Eugène Boudin (1984-1898), a través de un centenar de obras de ambos pintores que acercan al visitante al origen del impresionismo.
“Es la historia del discípulo que superó a su maestro, o quizás del maestro que se convirtió en discípulo de su discípulo”, ha expresado el director artístico del museo, Guillermo Solana, en rueda de prensa con motivo de la inauguración de la muestra, este lunes 25 de junio en Madrid.
En este contexto, ha relatado que la exposición, que cuenta con cerca de un 80% de obras que no se habían visto antes en España, constituye también una investigación de dos figuras “totalmente vinculadas a la eclosión del impresionismo” y demuestra que “si Monet no hubiera conocido a Boudin “podría haber sido otro pintor totalmente diferente”.
Según ha narrado el comisario de la muestra, Juan Ángel López-Manzanares, el primer encuentro entre los dos artistas se produjo en la primavera de 1856 en la papelería Gravier en el Havre (Francia). Boudin, que era 16 años mayor, felicitó a Monet (que por aquel entonces tenía 15) por su trabajo como caricaturista, por el que ya comenzaba a destacar, y le animó a seguir estudiando y pintando.
“Boudin no solo le felicitó, sino que también le instó a avanzar y a ahondar en la pintura al aire libre. Monet al principio rehusó, pero a partir de ese verano decidió a unirse a él y comenzaron a trabajar juntos en Normandia pintando las playas y los turistas de los pueblos pesqueros de la zona”, ha relatado para matizar que “este encuentro” es “el fundamento y el punto de partida de la exposición”.
RECORRIDO CRONOLÓGICO Y TEMÁTICO
De este modo, la monografía de estos dos artistas ofrece un recorrido cronológico y temático que se articula en ocho capítulos -Paisaje pintoresco, Marinas, Escenas de playa, Pasteles, variaciones, Litoral agreste, Luz, reflejos y efectos atmosféricos y Viajes al sur- y enfatiza los intereses artísticos que ambos compartían como la atracción por la iconografía de la vida moderna, y la naturaleza semisalvaje de los acantilados de las costas de Bretaña y Normandía.
A pesar de la correlación entre ambos, López-Manzanares ha señalado que existían también grandes diferencias entre ellos y que cada artista “tiene derecho a su propio recorrido”. Así, ha precisado que mientras que Monet fue un pintor que dio paso a la concepción moderna, Boudin se mantuvo más tradicional al ser heredero “de la generación de 1830”.
En este contexto, ha añadido que Boudin “era más humilde y tímido” y no obtuvo reconocimiento hasta que cumplió los 60, al contrario que Monet, una persona “muy audaz” que a los 45 ya era considerado como uno de los artistas fundamentales de Francia. “Una audacia que, junto con el impresionismo, eclipsó a Boudin”
En cualquier caso, según ha precisado, Monet extrajo de él técnicas pictóricas como el estudio de las luces y su correcta representación y en 1920 confesó a su biógrafo -con palabras textuales- que “su maestro había sido Boudin”.
Por todo ello, ha señalado que la exposición también tiene el objetivo de explorar la obra de un desconocido como Boutin , arrojar luz sobre el periodo de aprendizaje de Monet y recorrer la totalidad de sus respectivas carreras”.
“Con las obras elegidas queríamos establecer coincidencias que a veces sin de tiempo y lugar y a veces son solo de lugar pero no de tiempo. Es decir, pintaron en los mismos rincones pero con años de diferencia y los resultados que tenían ver entre sí”, ha recalcado Solana.
De todas las piezas, el comisario ha destacado ‘El hotel des Roches Noires. Trouville’ de Monet; ‘La playa en Sainte-Adresse’ de Monet también y cedida por el Art Institute de Chicago; así como todas la sobras que se encuentran en la sección de Pasteles.