Kiko Veneno publica “Sombrero roto”, su nuevo disco-libro

El arte, al final, se resume en una forma de encarar el mundo. Y Kiko Veneno nos deja en “Sombrero roto”, su nuevo disco-libro, un canto luminoso y valiente. No es sólo que estemos ante una de esas obras que te alegran el día, es que además le da un empujón fuerte a las negruras. Tampoco es que en “Sombrero roto” se pasen por alto los tiempos grises, pero se apuesta decididamente por mostrar la cara buena de la vida. “El miedo es lo que más dinero da”, canta Kiko en “Yo quería ser español”, pero incluso estos versos aplastantes están dichos para pesar menos, tamizados por una cierta forma de ver que las cosas serias también pasarán.

En lo musical, “Sombrero roto” llega vestido de sonidos actuales, de una resonancia buscada que no logra ocultar que hablamos de un trabajo realizado por alguien con mucha escuela. Estas canciones no se conforman con la inmediatez, aunque muchas –déjense contagiar por “La Higuera”, “Titiriti” o “Sombrero roto”– entran a la primera. Y consiguen algo en apariencia contradictorio: presentarse de otra forma sin perder la esencia que caracteriza la música de Veneno desde siempre. Entre sus melodías hay variedad. Algunas, es el caso de “Autorretrato”, tienen una aparente ligereza, pero al releerlas con pausa se descubren matices insospechados. En otras, como “Obvio”, la hondura es patente desde la primera escucha. Y no se agota.

“Sombrero roto” es recomendable por todo esto, aun sin tener en cuenta lo meditado de un sonido que sin embargo parece fresco. Impresiona la valentía de Kiko Veneno para seguir caminos divergentes. También llama la atención el amor y la belleza que refleja el libro, una persecución de los motivos de la creatividad. Preciosismo explicando por qué hace canciones. “Sombrero roto” –en disco-libro, en acordes y pintura– es un canto de amor a la música. En definitiva, un canto de amor a la vida.