La muerte del sol 

 

 

 

 

 

 

 

 

Como ha comentado el propio Yan Lianke a los editores de Automática Editorial, “que ‘La muerte del sol ‘ salga en España este 2020 invita en verdad a asociar ideas, ahora que sufrimos la gran desgracia humana de la pandemia de Covid-19, y que todavía no sabemos si hemos salido de los días más oscuros. Sí, la situación por la que estamos hoy atravesando se parece, hasta cierto punto, a un tiempo ciego y desprovisto de sol, en el que la gente discurre como por un sueño o una pesadilla. Se puede decir que la humanidad al completo vive concentrada en Gaotian, el pueblo de la novela, o que el Gaotian literario representa a toda la humanidad”.

 

¿QUÉ OCURRE CUANDO EL SUEÑO COLECTIVO SE CONVIERTE EN UNA PESADILLA?

Yan Lianke escribió La muerte del sol en 2015. Cuando se publicó en 2018 en Reino Unido, muchos vieron una crítica al sueño chino de Xi Jinping, aunque en una entrevista concedida a The Guardian, Yan Lianke aclaró que lo que pretendía con esta novela era contar qué pasa cuando el ser humano se deja llevar por sus pasiones y deseos más ocultos.

En su pueblo había escuchado que en ocasiones un vecino había sufrido episodios de sonambulismo. Yan Lianke decidió emplear esta idea como punto de partida para La muerte del sol, una novela que se mueve entre lo real y lo fantástico, y que nos narra lo que acontece en un pueblo durante una sola noche en la que, uno a uno, los aldeanos van cayendo y sucumbiendo al sueño, víctimas de una extraña epidemia.

El infierno se desata ante los ojos de Li Niannian, el niño de catorce años que narra esta historia. Junto a él y su familia, seremos testigos de los acontecimientos de esa siniestra noche de verano en la que la moralidad y los valores se rebelarán contra el orden establecido. Su padre y su madre, que regentan la funeraria «El nuevo mundo», trabajan sin descanso haciendo manualidades y ofrendas para los muertos que no dejan de acumularse. Su tío, director de la incineradora local, es un hombre sin escrúpulos dispuesto a hacer fortuna a toda costa.

El propio Yan Lianke aparece en la novela como un personaje más, un autor famoso inmerso en una crisis creativa y vecino del protagonista. En el pueblo nadie lee sus libros, tan solo el joven Niannian, que habla de sus novelas como «Parajes cuyo término no se avista ni después de caminar tres días con sus tres noches. Sus novelas son larguísimas, llenas de palabras. Vistas todas juntas, parecen un erial».

Al final, alguien deberá tomar una drástica decisión para salvar al pueblo y, tal vez, purgar y exculpar los errores de su pasado.

 

UN MICROCOSMOS DE LA SOCIEDAD ACTUAL

Hoy, en 2020, leer esta novela cobra un nuevo sentido que difícilmente nos podríamos haber imaginado hace pocos meses. Yan Lianke se ha convertido en un profeta distópico y son inevitables los distintos paralelismos que surgen en la mente del lector al encontrarse con un pueblo víctima de una epidemia en la que los muertos colapsan el propio sistema, las incineraciones no son ya posibles y el Gobierno vuelve a permitir enterrar a los muertos (algo que había prohibido), con tal de que se haga pronto. Los funcionarios víctimas de ese sonambulismo, así como los ricos, viven la noche de forma muy distinta a los aldeanos de a pie. Se sumergen en fantasías teatrales, representando las vidas de dinastías pasadas, mientras los burócratas intentan medrar en medio de ese sonambulismo.

El pueblo entre tanto libra una contienda, dividido en bandos que solo se distinguen por el color de la cinta que llevan atada en la cabeza. El estilo de La muerte del sol es fiel al resto de la obra de Yan Lianke, cargado de metáforas y símiles, sinestesias y repeticiones que consiguen sumergirnos en el propio sueño, en ocasiones, pesadillesco. Como lectores, nos sentimos en estado de hipnosis, rodeados de una neblina que no nos permite diferenciar lo real de lo irreal, lo posible de lo imposible; lo caricaturesco de la verdad.

En La muerte del sol Yan Lianke nos hace partícipes de un sueño perturbador y de la locura real de una sociedad que bien podría ser la nuestra. Una obra que nos fuerza a reflexionar sobre cómo vivimos: ¿Estamos despiertos o sonámbulos como los habitantes de la aldea de Gaotian? ¿Estamos despiertos o ya hemos sucumbido al sueño y somos esclavos de nuestros impulsos y deseos más ocultos?
Una vez más, Yan Lianke se adentra en el lado más oscuro del alma humana para retratar la mezquindad del hombre y la avaricia.

 

YAN LIANKE

Yan Lianke (Henan, 1958) es uno de los escritores chinos contemporáneos más reconocidos, controvertidos e independientes. Es autor de numerosas obras traducidas a más de veinte idiomas. Ha sido galardonado con premios tan prestigiosos como el Franz Kafka, el Lu Xun y el Lao She chinos, y el Flower Trade of World Chinese Literature Award de Malasia y recientemente ha recibido el Newman Prize. Ha sido candidato al Femina Prix y finalista en dos ocasiones del Man Booker International, así como propuesto para el Princesa de Asturias de las Letras y el Nobel de Literatura.

Gracias a su inigualable estilo, que discurre entre lo real y lo fántástico, y a su compromiso con la verdad, Yan Lianke se ha asegurado su lugar como el novelista más esencial y atrevido de la narrativa China contemporánea. Sus obras gozan de un innegable prestigio internacional y son claves para entender la realidad china actual.