La Puerta del Sol se convierte en el corazón del Viernes Santo en Madrid

La Puerta del Sol, el kilómetro cero de España, se ha convertido en el corazón del Viernes Santo en Madrid. Por primera vez los pasos procesionales han entrado en este recinto de la capital, seguidos por miles de fieles y turistas.

La imagen del Cristo de Medinaceli fue la primera en llegar a la Puerta del Sol. El paso ya había rozado en otras ocasiones este enclave pero nunca lo había atravesado.

Tras esta travesía, en el kilómetro cero los anderos dieron la vuelta al trono para regresar por la Calle de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo a su basílica.

Justo cuando el Señor de Madrid abandonaba Sol hacía su entrada el paso de la Virgen de los Dolores. Minutos después ambas imágenes se situaban juntas, una frente a otra, a la altura del Casino de Madrid.

El Cristo de los Alabarderos y la Virgen de los Siete Dolores, tras sus tortuosos recorridos, se encontraron en la Plaza de la Villa. Allí, la reina Sofía y la infanta Elena asistieron al encuentro de ambos pasos en un momento muy emotivo.

Tras ello, prosiguieron la marcha hasta atravesar la Puerta del Sol, con parada frente a la sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Paciencia la de El Divino Cautivo cuya hermandad tuvo que esperar mucho tiempo para entrar en la Puerta del Sol. La presencia de las comitivas de Jesús de Medinaceli y la Dolorosa bloqueaban el tránsito.

Finalmente El Cautivo pudo pasar Sol y abandonar la plaza ascendiendo por la Calle Carretas, en un recorrido que resultó especialmente importante para su hermandad al no haber podido salir la jornada previa a realizar su estación de penitencia del Jueves Santo.

Los Siete Dolores fue la siguiente en entrar en Sol. La Hermandad, una de las más antiguas de la Semana Santa madrileña, sobrecogió a los asistentes con sus anderos encapuchados.

Cerró el tránsito penitencial por Sol la Hermandad del Santo Entierro con sus tres pasos.