Me falta una teta
Raquel Haro publica Me falta una teta, (Editorial Planeta), un relato sobre el cáncer de mama inusualmente divertido, escrito en primera persona por una joven guionista de El Intermedio.
Cuando el médico le coge las manos para anunciarle que tiene cáncer de mama, lo primero que teme Raquel, guionista y madre soltera de un niño de cuatro años, no es perder la teta, sino su pelazo, y encima justo ahora que acaba de hacerse el alisado de queratina. A medida que asimila la noticia y arranca el tratamiento, el miedo se asienta como un fiel compañero de viaje, al que ella pone a raya a golpe de un humor descarado y sin complejos.
Me falta una teta es un testimonio rebosante de ternura, humor y desparpajo que recorre el camino que siguió su autora durante la etapa más difícil de su vida. Tras ser diagnosticada gracias a un ligue de una noche, Raquel debe afrontar su evaluación médica y embarcarse en un largo tratamiento. En este libro la acompañaremos a través de todas fases del proceso: la quimio roja («que te deja abatida»), la quimio blanca («que te pone a tope»), la cirugía de extirpación de pecho y ganglios, así como las sesiones de radioterapia. Y lo más difícil: la aceptación de su nuevo cuerpo.
Raquel Haro nos ofrece una lección magistral sobre cómo recorrer uno de los trayectos más oscuros de la vida sin perder la esperanza ni el sentido del humor. Pero, sobre todo, y acaso más importante, nos enseña qué hacer cuando tu hijo te quita la peluca en medio del parque, cuando pierdes la prótesis saltando en un concierto de Rigoberta Bandini o tu nuevo ligue prefiere no verte sin sujetador.
Raquel Haro (Madrid, 1981) es guionista y trabajó durante doce años en el programa de humor satírico El Intermedio. Colabora asiduamente en medios escritos como Muy Historia, Pikara Magazine o eldiario.es, donde escribe, con su particular estilo, riéndose de todo en lo ella que cree, como la crianza natural, las seudoterapias o el feminismo. Desde que le diagnosticaron el cáncer de mama ha ido contando todo su proceso en el blog www.mefaltaunateta.com, donde habla de su enfermedad con ternura, emoción y mucho desparpajo.