Nuestro cuerpo

El paleoantropólogo Juan Luis Arsuaga expone en su nuevo libro, ‘Nuestro cuerpo’, (Destino), la evolución de la anatomía humana y desmiente algunas creencias sobre el cuerpo humano fomentadas por las obras clásicas, según ha dado a conocer en una rueda de prensa celebrada en Madrid.

“Hay deportistas que se preguntan qué ejercicios tienen que hacer para tener el llamado “arco griego” de las esculturas y la respuesta es sencilla: ninguno porque se lo inventaron los escultores griegos”, ha apuntado el escritor.

El libro –que en palabras del autor pretende rehuir de ser un “atlas anatómico”– quiere dar respuesta a la pregunta universal de por qué el cuerpo humano es así. A través de la ciencia, arte, filosofía y literatura, la obra aporta claves para comprender la figura humana desde una óptica humanista. Arsuaga añade que las ilustraciones de esculturas griegas y clásicas realizadas por Susana Cid escapan de cualquier intento de ser “ilustraciones propiamente anatómicas”.

“Si el cuerpo humano es la pregunta, la evolución es la respuesta. Por eso, para conocerlo, hay que recurrir a ella”, ha incidido Arsuaga.

 

EL CUERPO HUMANO, PRODIGIO BIOLÓGICO

Esculturas con dos milenios de antigüedad, como el Diadúmeno de Policleto o la anónima Venus del Delfín, han servido de punto de partida para el bagaje expuesto por Arsuaga para explicar la evolución de la anatomía humana y cómo se ha fraguado su diferenciación del resto de criaturas. Así, el autor expone los motivos por los que considera el cuerpo como un “prodigio de ingeniería biológica”.

Uno de los aspectos más destacados del libro es que toma como protagonistas al filósofo Renè Descartes –quien, tal y como ha afirmado Arsuaga, “aportó diferentes concepciones sobre el cuerpo humano”– y la reina Cristina de Suecia, quién recibió clases de ciencias del intelectual francés y reunió entre sus posesiones la colección de esculturas clásicas que actualmente se pueden visitar en el Museo del Prado.

El libro se estructura en tres partes que invitan a recorrer el cuerpo de abajo a arriba, empezando ‘De cintura para abajo’, ‘De cintura para arriba’ y ‘Del cuello para abajo’. Al principio de cada capítulo, Arsuaga interpela al lector para que realice una reflexión sobre la parte del cuerpo a la que se encuentra dedicada cada apartado.

“Todo el mundo sabe de anatomía humana aunque no la tenga sistematizada”, ha afirmado Arsuaga.

Las páginas del libro –influidas por la filosofía epicúrea y el arte griego y clásico– suponen, según explica, una reivindicación del ser humano como “la especie más bella” y de su cuerpo como “una fuente de conocimiento y poder”. Así, también pone de manifiesto la persistencia actual de cánones griegos como el valor estético del llamado cinturón de Adonis (o surco ilíaco) o el desarrollo prominente de los glúteos.

“La vuelta de los cánones griegos, como el ejercicio y desarrollo del culo o cuadríceps, sigue siendo un ejemplo de por qué la gente sabe anatomía”, ha asegurado.

Asimismo, el autor ha señalado la necesidad de dejar de concebir el cuerpo humano con un tono solemne y aproximarse más a la concepción griega. Para Arsuaga, la cultura española tiene una “relación complicada” con el cuerpo humano y que conduce a una “vergüenza contradictoria” a la hora de exhibir o mostrar el cuerpo.

“Los cambios de aquel lenguaje castizo por un neolenguaje, como ocurre con los términos ‘sobaco’ y ‘axila’ denotan los problemas que tenemos con la concepción de nuestro cuerpo”, ha incidido el paleoantropólogo.

Además, el libro cuenta con una polémica científica en vigor sobre la antigüedad de los cambios en la naturaleza del ser humano, donde algunos profesionales sostienen que, de la cintura para abajo, apenas se ha experimentado una evolución desde hace dos millones de años con el Homo Erectus, mientras que Arsuaga sostiene que el cuerpo es una “adquisición exclusiva” del Homo Sapiens.

El próximo 13 de junio el autor presentará a las ocho y media de la tarde esta obra en el Auditorio del Museo Nacional del Prado.