El Reina Sofía recorre “el arte moderno a través de la sensibilidad”

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía acoge hasta el 16 de octubre la exposición ‘Mário Pedrosa. De la naturaleza afectiva de la forma’, comisariada por Gabriel Pérez-Barreiro y Michelle Sommer y compuesta por 200 obras relacionadas con el activista político y crítico de arte brasileño.

“El gran desafío era cómo contar una historia sobre el arte moderno a través de la sensibilidad y los intereses de Mário Pedrosa”, ha señalado Pérez-Barreiro.

La muestra plantea un recorrido en once salas del Edificio Sabatini del museo, en torno a los núcleos de preocupaciones artísticas que abordó Pedrosa en diferentes momentos de su producción intelectual, a través de pinturas, grabados, fotografías, películas y libros de 41 artistas brasileños e internacionales, acompañadas de diversa documentación.

La exposición se acompaña de una publicación de ensayos críticos de los comisarios de la selección, y de Adele Nelson, Kaira M. Cabañas, Michael Löwy y María Berríos, y con una conversación entre Aracy Amaral y Sérgio B. Martins. Además, este catálogo incluye una representación de obras de la exposición y una antología de los escritos más emblemáticos de Mário Pedrosa, la mayoría traducidos por primera vez al castellano.

Esta iniciativa, en la que colabora la embajada de Brasil en Madrid y la Fundación Cultural Hispano Brasileña, se enmarca dentro del proyecto ‘Los usos del arte’ de la confederación de museos europeos L’Internationale.

El crítico brasileño respaldaba diferentes expresiones artísticas, desde el realismo social hasta la abstracción más racional, el arte de los niños e incluso autores situados en los márgenes de la sociedad, como los enfermos mentales.

Igualmente, Pedrosa apoyó desde figuras internacionales como Alexander Calder, Giorgio Morandi o Paul Klee, hasta representantes de la abstracción geométrica y el neoconcretismo brasileño como Lygia Clark, Ivan Serpa, Lygia Pape o Hélio Oiticica, entre otros.

 

UNO DE LOS CRÍTICOS “MÁS INFLUYENTES” DE SU ÉPOCA

Durante la presentación de la exposición, el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, ha asegurado que, aunque “normalmente” las exposiciones se dedican a artistas o grupos de artistas, esta vez se dedica a un crítico. Así, ha resaltado que Mário Pedrosa es “uno de los críticos más influyentes de su época”.

Respecto a Pedrosa, ha destacado que tuvo una actividad “muy intensa” en el activismo político, que su enfoque artístico era “muy plural” y que tuvo “mucha influencia” en la recepción de artistas en Brasil.

Concretamente, Borja-Villel ha precisado que los puntos que definen la posición de Pedrosa son el “gran interés por la forma”, el “interés por la psicología visual”, el “compromiso político” y la “relación entre máquina y hombre”.

 

LA IMPORTANCIA DE APOYAR PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN

Por su parte, el comisario Gabriel Pérez-Barreiro ha resaltado que el museo Reina Sofía “se dedica a apoyar proyectos basados en la investigación”, algo que para él es “un punto especialmente valioso”. “Hay que agradecer mucho al equipo del Reina Sofía que han hecho un trabajo excepcional”, ha añadido.

Además, ha declarado que la finalidad de la exposición es “introducir” a un público que no conozca a Mário Pedrosa, que es, a su juicio, una figura “muy completa” y “mítica” de Brasil.

Para el comisario, fue “muy importante” cómo Pedrosa “mantiene” sus actividades políticas y culturales. Por ello, ha subrayado que, aunque tenía un activismo político “muy grande”, desde los años 40 aprendió que el arte “no debe de estar al servicio del discurso político”.

 

UN CRÍTICO QUE FORMABA A LOS ARTISTAS

Sin embargo, Pérez-Barreiro ha explicado que Mário Pedrosa “no es sólo un crítico”, sino que “forma a los artistas”. “No se limita a comentar la realidad sino que forma parte de ella”, ha dicho.

Por otro lado, la comisaria Michelle Sommer ha comentado que el pensamiento de Pedrosa en su crítica de la arquitectura “está relacionado con su crítica de arte”, y que la exposición lleva ese nombre por la tesis doctoral que escribió en 1949, ‘De la naturaleza afectiva de la forma en la obra de arte’, que resume sus intereses por unir la forma y el afecto.

Asimismo, ha afirmado que el crítico de arte tiene una mirada “muy horizontal” de la producción artística de Brasil y que, en su opinión, es una figura “muy icónica” para la historia del arte.

Por último, Sommer ha agradecido la oportunidad “de hacer una investigación larga” sobre Pedrosa, que abarca desde los años 30 hasta los años 80.