Blanqueamiento irresponsable

Por: José Antonio Martínez

El candidato de EH Bildu a lehendakari, Pello Otxandiano, ha dicho en voz alta lo que su partido piensa y hace de forma habitual: negarse a calificar a ETA como una banda terrorista. Algunos se han apresurado a rasgarse las vestiduras, pero ello es la consecuencia lógica del blanqueamiento de los asesinos practicado por el Gobierno socialista y por el PNV por fines puramente electoralistas.

Las víctimas de ETA han reaccionado con rapidez y contundencia al dejar bien claro que ETA fue “un grupo terrorista que asesinó, secuestró y extorsionó”. Suma casi mil víctimas mortales y todavía hay unos 300 crímenes por resolver porque los etarras se niegan a colaborar con la Justicia. Bildu ha sido y es la herramienta política de ETA y siempre se ha negado a condenar la violencia etarra. ¿Cómo lo va a hacer si considera que los asesinatos cometidos en toda España durante décadas no es terrorismo, sino lucha armada? 

Ahora, en el relato de la postverdad, los bilduetarras se preguntan hipócritamente qué es terrorismo. Y se pueden jactar de ello porque han contado con colaboradores necesarios como el propio PNV, ese partido que se limitaba a recoger las nueces mientras otros (ETA) agitaban el árbol (asesinaban y sembraban el terror). Y hasta dos gobiernos socialistas han jugado ese irresponsable papel de blanqueador. Primero fue el infame Zapatero, que calificó a Otegi de “hombre de paz”. Ahora es otro no menos reprobable Pedro Sánchez, quien no ha dudado en conceder todo tipo de privilegios a ETA y a Bildu a cambio de sus necesarios votos para asentarse en la Moncloa. ¿Cómo puede alguien pactar nada con los herederos de ETA, aunque sea para perpetuarse en el poder? Esa estrategia sólo se explica por la absoluta falta de valores y principios del personaje.

Sin embargo, tanto blanqueamiento se les puede volver en contra. Ante las elecciones del 21A, el PNV ve amenazado su tradicional feudo. Las encuestas coinciden en señalar que Bildu ganaría en escaños, pasando de los 21 obtenidos en 2020 a alcanzar hasta 28. Ya en aquéllas elecciones cosechó 250.000 votos de un total de un millón, algo que da que pensar. ¿Cómo es posible que los herederos de ETA logren tal respaldo? Muchos explican que es porque los jóvenes no conocen la historia reciente del País Vasco. Triste consuelo porque si no se sabe la historia es porque no se quiere. Recursos no faltan. Igual que no debería colar esa imagen de Bildu como partido moderno, ecologista y de izquierdas porque, además de filoetarra, es un partido totalitario y marxista, al que la libertad le da urticaria. Si aun así una importante mayoría está dispuesta a votarles cabría preguntarse si esa sociedad no está enferma, al igual que quienes les han blanqueado de forma irresponsable.