El Teatro de la Zarzuela rescata ‘Tabaré’

Considerada como “una obra maestra intensa y hermosa”

El Teatro de la Zarzuela cumple una labor fundamental en la preservación, estudio, recuperación y difusión de nuestro patrimonio lírico. Por esta razón, la programación de la ópera ‘Tabaré’ (bautizada por su autor como “drama lírico en tres actos”) se convierte en uno de los acontecimientos destacables de la presente temporada. La obra de Tomás Bretón, con libreto del propio compositor sobre la epopeya homónima del escritor uruguayo Juan Zorrilla de San Martín que le regaló en persona su poema, se estrenó en el Teatro Real el 26 de febrero de 1913 con un reparto de relumbrón encabezado por el idolatrado tenor Francisco Viñas en el papel principal. Fue un éxito rotundo, absolutamente unánime de acuerdo con lo que recoge toda la prensa de la época, pero la historia volvería a sorprender a propios y extraños con otra incomprensible y triste paradoja: después de las tres funciones de aquel esperado estreno, no exento de trabas y problemas, ‘Tabaré’ quedó sumida en un profundo silencio que la condenó al olvido aun siendo una de las obras predilectas del compositor. 109 años exactos han pasado de aquella premier, y eso hace que el viernes 4 (20h00), y el domingo 6 de marzo (18h00) sean días felices para nuestra lírica. La obra volverá a sonar más de un siglo después, esta vez en versión de concierto.

Dirigida por el maestro Ramón Tebar, sin lugar a dudas uno de los directores españoles más sobresalientes e internacionales –director principal de la Florida Grand Opera en Miami, de la cual ha sido director artístico y musical desde 2010; también en Estados Unidos director artístico y musical de la Ópera de Naples desde 2014; director principal asociado de la Orquesta de Valencia, de la que ha sido su director artístico y titular; y con una agenda repleta de compromisos de todo tipo por todo el mundo–, que se enfrenta a esta partitura de una exigencia extrema, tanto para él como conductor como para los cantantes. Por ello, para la adecuada interpretación de la obra, para llevarla a cabo con todas las garantías, es también imprescindible contar con un reparto de singular relevancia.

Así, el tenor Andeka Gorrotxategi interpretará el papel de Tabaré, indio mestizo, «superguerrero» invencible fruto y víctima de la violencia de rapto que implica una mejora de la raza al mezclar la sangre indígena con la europea tras la unión forzada, en su caso, de su madre Magdalena con su captor araucano. Tabaré es un héroe romántico, solitario, melancólico, soñador de causas imposibles, que se mueve entre dos mundos que al fin y al cabo le convierten en un inadaptado carente de hogar físico y cultural. Como Edipo, Tabaré es un héroe pasivo que huye de sí mismo y a quien solo le moverá a la acción el peligro que corre Blanca, joven blanca que despierta sus más recónditos instintos interpretada por la soprano Maribel Ortega, al ser raptada por el guerrero Yamandú, a quien pone voz el barítono Juan Jesús Rodríguez. Don Gonzalo, cruz y verdugo de Tabaré, será encarnado por el tenor Alejandro del Cerro, que completa el cuarteto de protagonistas a quienes acompañarán los barítonos Luis López Navarro y David Oller, el bajo-barítono Ihor Voievodin, el tenor César Arrieta, el también barítono Javier Povedano y la mezzosoprano Marina Pinchuk.
La Orquesta de la Comunidad de Madrid, Titular del Teatro, y el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, dirigido por Antonio Fauró, completan el cuadro artístico de esta histórica recuperación.

 

LA IMPORTANCIA DE ‘TABARÉ’
‘Tabaré’, obra escrita en tan solo un año, es una composición de madurez que sintetiza el lirismo melódico de la tradición italiana, el tratamiento armónico de la ópera wagneriana y sonoridades propias del impresionismo. El propio Bretón la consideraba su obra más personal e independiente.

Como señala la musicóloga María Encina Cortizo, la ópera Tabaré, último triunfo lírico de Tomás Bretón, y su penúltima ópera, “es una obra maestra de un músico maduro de sesenta y tres años, considerado ya uno de los grandes compositores de su generación, la de la Restauración, que tanto contribuyó a regenerar el tejido cultural de la España finisecular.” Tarea esta a la que Bretón se empleó a fondo y no solo a través de la creación, sino también de la gestión y la interpretación.

Para Tomás Bretón (1850-1923) el desarrollo de la ópera española era, en palabras de Cortizo, “además de una aspiración personal, un ideal patriótico necesitado de apoyo institucional, factor imprescindible para educar a un público dedicado entonces ‘exclusivamente a la política y a los toros’”, como escribiría el propio músico.

El tema sobre el que se desarrolla el argumento de ‘Tabaré’ no puede ser más particular: la lucha entre los indios charrúas (que poblaban en el siglo XVI lo que hoy es Uruguay) y los españoles. Una temática nada convencional –sobre todo para un compositor español– con libreto del propio Tomás Bretón basado en el poema épico homónimo de Juan Zorrilla de San Martín.

Bretón, pues, es el adaptador literario de un poema que, en opinión de Zorrilla, poseía ya carácter musical, con dúos de amor, cantos guerreros o crepusculares, coros de soldados y de salvajes. Aun así, Bretón reescribió casi por completo el texto poético, manteniendo solo nueve versos del original en el libreto operístico. El primer acto de la ópera, por ejemplo, es pura creación del compositor.

Ahora, después de 109 años de silencio, los espectadores de hoy tenemos la oportunidad de disfrutarla por primera vez.