La mordedura del tiempo: aquella herida invisible

Por Luciana Prodan

Termino de leer “El tiempo de la rabia”, la novela escrita por Mati Morata (Editorial Huso, 2021), y no puedo dejar de pensar en las mordeduras del tiempo. En esas mutilaciones repentinas que nos laceran y nos confunden. En los colmillos de todas esas bestias ¿humanas? que, mientras nos aniquilan, se encargan de contarnos al oído quiénes fuimos. O quiénes somos. O quiénes seremos.

La voz de Cecilia, la protagonista de esta historia, se acerca y me exige que se las presente. Me pide que les cuente que es una trabajadora social. Que tiene una madre tóxica y un marido ausente. Y que también tiene una obsesión: terminar su tesis sobre el abuso sexual a mujeres con discapacidad, pero que por ahora no puede. ¿Qué por qué no puede? Porque el pasado se le mezcló con el presente, y porque como si todo eso fuera poco, quieren hacerle creer que es una enferma mental.

Leo, releo y pienso que está bien. Que lo dice es cierto, pero que se olvida de explicarles que su vida es un caos porque es la primera vez que se escucha a sí misma o, mejor dicho, porque Mati Morata, su ¿creadora?, decidió inventar una excusa disfrazada de hormiga (un insecto que llega a la vida de Cecilia por accidente), para transformarla en la voz de su consciencia y hacerla reaccionar. Para hacerla reaccionar, accionar y regalarle la certeza de que no hay demencias, sino más bien manipuladores de-mentes.

Y es acá en donde hago una pausa, dejo atrás cualquier juego de palabras, y felicito a la autora por su atención. Por hacer foco en lo importante. Por no quedarse en los detalles y llegar hasta el fondo de la herida, aunque las páginas sangren, con la única y noble intención de salvar a Cecilia. De sanarla. De curarla de ella misma y proteger a las dos.

“La hormiga es un insecto que viene del fondo de las cosas, del fondo de ella misma porque la hormiga es una parte escondida de Cecilia. No responde a la idea de amigo invisible sino más bien a una conciencia crítica que a veces puede resultar extravagante y que la sitúa en otro punto de vista. Una mujer débil e insegura como esta protagonista, difícilmente podría encontrar una compañía invisible más poderosa. Se conforma con un insecto”, responde Mati Morata cuando le preguntan el porqué de este recurso.

Leo y pienso que no hay mucho más para decir. Que esa contestación, su contestación, es una definición casi perfecta. Por mi parte me despido con esto. Los dejo con ella y las festejo a las dos.

Mati Morata firma en lacaseta de Huso (149) en la Feria del libro de Madrid el día 12 de septiembre a las 17:00.